Hola. Hace unos meses compré una computadora nueva, en el camino para comprarla me topé con una extraña sorpresa, y es que hoy en día la mayoría de distribuidores de computadoras, piensan que sus clientes quieren computadoras únicamente para correr videojuegos, y es que cuando yo les decía la marca y algunos detalles técnicos de como la quería, ellos me contestaban que las computadoras de esa marca y así como yo se las pedía no me iban a correr bien los juegos. Juro que cada vez que escuchaba eso me daban ganas de agarrar a los vendedores por la cabeza y estrellarselas en la pared. ¿Por qué cojónes asumen que a mí me gustan los videojuegos en la computadora?. Actualmente tengo dos juegos en esta computadora, uno nunca lo he jugado, el otro lo jugué media hora y me estaba durmiendo por lo aburrido que es. Pero bueno, el punto es: ¿Es acaso una señal de la estupidez contemporanea el creer que para lo único que uno puede usar una computadora es para jugar?, claro, apartando el revisar el Facebook y Youtube, valgame Dios.
También, antes cuando tenía Facebook, podía ver la forma en como interactuaban las personas en general. Y dicho sea de paso a mí me servía como único medio para observar sus comportamientos, ya que yo no salgo de mi casa a cada rato y tampoco le ando hablando por teléfono a nadie ni converso con nadie por algún cliente de mensajería instantanea. Pero bueno, como les iba contando, en muchos grupos de Facebook que jóvenes creaban, uno de sus tópicos principales era el anime, eso no me parecía extraño, pero lo que sí me parecía extraño es que entre los mismos otakus, piensan que el subgenero del rock; es decir el metál, está intrínsecamente relacionado con el anime, lo cual es una tontería monumental. Pero bueno, ahí estaban los muchachos y muchachas hablando sobre como en la próxima convención anime iban a tocar covers de bandas de metál europeo, y luego en las fotos de esas convenciones, si no están con sus camisas de anime lo están con las de sus bandas favoritas. ¿Es que no hay otakus reguetoneros? me pregunto. ¿Es que si un otaku dice ser reguetonero, los demás otakus como simbolo de desprecio, lo rechazarán de sus circulos sociales?, pues dejenme decirles otakus, que ninguna gran banda de metál está relacionada con el anime. Por lo mismo, cada vez que a mí me preguntan si soy "metalero", porque escucho metál, les digo inmediatamente que no lo soy, porque estoy seguro que el siguiente giro de la conversación se centrará en el anime.
Pero les he contado sobre dos casos similares, que se basan en ciertos paradigmas y estereotipos, ambos casos no están necesariamente relacionados entre sí, pero constituyen parte de un grupo de jóvenes en la sociedad. El otro grupo es el que yo llamo "sano", porque es lo que se espera de los jóvenes; es decir, los que hablan de ir de fiesta en fiesta, que consumen alcohol a escondidas de los padres, que en la escuela no rinden como sus padres quisieran; es decir, el comportamiento normal que han tenido por miles de años los jóvenes de todo el mundo; si usted tiene un hijo o hija así, no se preocupe de él, que disfrute su juventud que lo más probable es que dentro de unos años usted esté orgulloso de él o ella. Pero por otro lado, si su hijo es del tipo que describí al principio; es decir que ocupa palabras como "tuneada" para referirse a que su computadora puede correr los juegos más modernos, o que los fines de semana se va a "convenciones otaku", o que una vez al mes va a "toques" de bandas de metál; hable con él o ella que a lo mejor usted no les ha prestado suficiente atención y han hallado la atención en un grupo de gente (apróximadamente de su edad) que está lejos de ayudarle a superarse en su vida y solo buscan el conformismo colectivo que una tarde hablando de anime y videojuegos creen que les puede dar. Sepalo, es mejor conocer a sus hijos y saber como son en realidad; a solo creer conocerlos porque son muy tranquilos y que sus vidas no son interesantes.
¿Le gustó el artículo?, quizá esté en desacuerdo con lo que he escrito, pero recuerde que son ideas revolucionarias y así es como yo pienso que son las cosas. Puedo estár equivocado, lo reconozco; pero al menos no me quitará el sueño saber la agenda de mi hijo o hija el tranquilo o la tranquila.