En los últimos dos artículos he escrito sobre el ego y cómo nos afecta a nivel personal y colectivo. Es que el ego ha acompañado a la humanidad desde que tuvimos la necesidad de que aprecien cuánto valemos y estará con nosotros hasta que las últimas dos personas yazcan con vida sobre la faz de la Tierra. Sigmund Freud desarrolló los conceptos del ello, yo y superyó; para ayudar a entender esta instancia psiquica. Plantéa que todos deberíamos pasar por esas tres etápas ya que son de lo más natural. Lo invito a que si le interesa el tema, investigue al respecto ya que no profundizaré en dicha teoría.
El ego no nos permite sentirnos mal, Creemos que valemos tanto que todos nuestros errores pasan por influencia de las demás personas y nunca aceptarémos la culpa de algo. En lo personal, quiero comentarle brevemente dos casos que personifícan lo que quiero darle a entender. Un sujeto, al que le ayudé a galardonarse y le facilité recursos para que lo hiciera, al final me hizo una mala jugada; le expresé directamente que me sentía enojado y su respuesta fue dejarme de hablar y... me da pena decirlo porque no me parece que sea un "castigo": bloquearme de su Facebook. El segundo sujeto me quedó mal en un proyecto en que ibamos juntos y decidí abandonarlo porque no podía lidiar con lo que él había hecho. En vez de pedirme disculpas, actualmente ve de menos todo lo que hago y me habla de una manera muy grosera cuando lo hace. Eso es el ego.
Librarse del ego, como lo he dicho antes es tarea imposible. Presumir nuestros objetos de valor o atributos se manifiesta de manera más latente, pero en la conducta también se manifiesta en peor manera, ya que no todos podrán reconocer esta instancia tan fácilmente.
Actualmente, como lo he dicho en otros artículos, me siento un hombre libre. Aún tengo ataduras, pero ya no son tantas como antes. A nivel mental esto me ha permitido estar más tránquilo y ver la vida de otra manera. Yo también soy un maldito egocentrico. Escribo un blog pensando que es palabra correcta, lo que en realidad es la cosa más superflua que hay. Y es relativo, para usted esto que está leyendo no es del todo cierto, para mí sí lo es. Y de manera general, para mí lo que usted hace, no sé ni por qué se molesta en hacerlo, sin embargo no dudo de sus buenas acciones ¿Y por eso vamos a dejar de ser amigos? No, porque yo entiendo que la vida está llena de contrastes y nadie piensa 100% igual que otra persona. Pero mientras el ego siga nublandole los sentidos, para usted solo existirán los que le benefician y los que no lo benefícian.