Calles vacías de San Salvador en un lunes después del Domingo de Resurrección, lo que nos demuestra que el caos vehícular lo ocasiona el sector publico y el sector académico publico y privado. La solución puede partir desde este enfoque, adelantando o atrasando horarios de entrada y salida. Algo tan sencillo como esto, que por conveniencia o relajación de algunas personas no se da, nos libraría de horas de estrés frenados en la carretera.