19.12.13

Un psiquiatra lo dijo

     Hoy en la mañana, escuché en un programa matutino de entrevistas, a un psiquiatra decir: "la gente irá a votar por el partido que menos deteste". Ese comentario lo he andado todo el día en la mente y es que no está de más cuando lo dice un psiquiatra. Sonaría oportunista de mi parte decir que eso yo ya lo sabía, así que no lo diré, lo que sí vale la pena decir es que nadie más lo ha expresado abiertamente en la televisión, porque la publicidad política que se da en este país va dirigida al desprestigio y a ensalzase uno mismo, entonces a los ciudadanos solo les entran dos ideas a la mente: odio y admiración. Instintivamente el odio tiende a nublar cualquier otro tipo de sentimiento, entonces lo único que nos queda es odio. Cada vez que encendemos la televisión, la campaña electoral se encarga de sembrarnos odio en nuestro interior. Un odio que si no sabemos canalizarlo de la manera correcta, si es que la hay, lo terminamos llevando a áreas que no son precisamente la que los políticos quieren.

     Un político de derecha, publicará que hay que odiar al candidato de izquierda, pero como ellos no son especialistas en manejar el pensamiento de las masas, aunque les duela no serlo, lo único que hacen es que sus seguidores odien a los seguidores del candidato de izquierda. Lo mismo sucede en sentido contrario. Un fiel de izquierda no va a menospreciar solamente al candidato de derecha, va a menospreciar al modo de vida pro capitalista así como el fiel de derecha no odiará solamente al candidato de izquierda, sino que odiará al modo de vida pro socialista. Las campañas publicitarias no van dirigidas adecuadamente.

     El psiquiatra, también mencionó un tema que ya he tocado en mi blog, que es el de las calles. Ya he dicho que tanto congestionamiento vehicular a lo único que contribuye es a estresarnos más, y que estar encerrados en una lata sucia y caliente por 30 minutos solo para avanzar 2 kilómetros, no contribuye en nada a una buena salud mental. El Estado así nos tiene, nos tiene estresados, nos tiene violentos e intolerantes. No hace falta ser psiquiatra para darse cuenta de esto, pero es bueno que un psiquiatra lo confirme. ¿De qué sirve circular por una calle bien hecha, si en menos de un minuto un tipo con una pistola se pone a la par mía y descarga su cartucho en mí solo para quitarme mis pertenencias? Al Estado eso no le importa, solo le importa que en las fotos que mandan al extranjero la gente vea las calles tan bonitas que van a quedar.

     Cuando yo tenía 16 años, quería estudiar psicología, estaba decidido a hacerlo, pero no tuve apoyo de nadie y mi falta de temperamento me motivo a olvidar esa idea. Recuerdo que cuando estaba haciendo fila para el examen medico en la universidad, me encontré con una linda chica que me dijo que iba para la carrera de psicología, pensé que si eso hubiera estudiado yo también, casualmente ese habría sido el inicio de una buena amistad. Pero no, estudié una carrera para hombres bien remunerada: ingeniería eléctrica. Una carrera con la cual todos me daban su aprobación cuando la comentaba. Una carrera que dicho sea de paso brilla por la ausencia de mujeres como aquella chica que iba para psicología. Probablemente ese frustración me llevó a abrir este blog y contar mis ideas revolucionarias. Este blog está lejos de ser una referencia psicológica alguna, más bien entra en el perfil psicológico de una persona común y corriente con problemas comunes y corrientes. Pero bueno, esa entrevista que vi en la mañana me dejó pensando en serio, sobre como algunas de mis ideas políticas y sobre estrés nunca las había escuchado antes en la televisión y hoy que las vine a escuchar, venían de la boca de un psiquiatra.

     Me puse a hablar de mí, pero bueno, solo le quiero aconsejar que vote por quien usted quiera, no lo haga por quien la televisión le pida hacerlo, tenga criterio propio. Yo voté en las presidenciales por la derecha y en las municipales y legislativas voté por la izquierda ¿sabe por qué? porque tengo criterio, porque no estoy casado con ningún partido político. Y por último déjeme también decirle que la próxima vez que esté en una de esas trabazones que tanto le gusta ocasionar al Estado, tranquilícese y piense en cosas buenas, no deje que lo estresen, porque eso es lo que quiere el Estado, estresarlo y tenerlo como un títere al que pueda manipularlo a la conveniencia de la televisión. 

     Tenga criterio y no se estrese.