Agárrese del asiento con lo que voy a soltarle: la música clásica no es sinónimo de inteligencia; lo es de ser pretencioso. Hace muchos años cuando Mozart, Beethoven y mi tocáyo Sebastian Bach estaban vivos, la música no tenía el contexto social que tiene ahora en día. Sí tenía uno, pero era muy diferente. La escuchaban los ricos, una vez al mes quizá en una sala de conciertos. Esa expectativa que generaba la cercanía de un concierto de un gran interprete hacía que se apreciara con mayor sensibilidad cada nota músical escuchada. Es por ello, más que todo, que la música clásica o música docta, en nuestros días, está considerada solo para "gente inteligente". Pero fueron nada más las circunstancias las que la llevaron a generar este estereotipo en la história de la música.
Actualmente si a usted no le gusta la música clásica, no pasa nada, lo único que quiere decir es que no le gusta esa tonada o no es pretencioso. Yo, en mi etápa de preadultéz me había hecho a la ídea que me debería gustar esa música porque genera un estátus. Y bueno, me gustaron mucho las grandes composiciones de Mozart, Beethoven, Bach, Chopin y de algún compositor de Europa oriental. Pero la verdad es que no es música que ande en mi celular y me encante escuchar. Por el contrario, conozco mucha gente que te cuenta que todos los días escucha Radio Clásica, aunque la verdad no conozca ni un solo nombre de las piezas músicales que escuche ahí y mucho menos quién la interpreta.
Nosotros, que tenemos un gran repertorio de generos músicales, podemos escuchar el género que más nos guste sin que esto nos defina como personas. Para mí, la música clásica del futuro será la que a mí me gusta, para usted la que a usted le gusta y para su vecino el zordo que escucha música a todo volúmen será la que a él le gusta y usted tanto odia. Antes habían pocos generos músicales, actualmente podemos escuchar lo que queramos a la hora que queramos. Esa es la principal diferencia entre una canción de Manowar y una de Chaikovski o una de Joey Montana con una de Johannes Brahms. Debo pensar que la exclusividad que se tenía antes era lo que engrandeció a los célebres personajes de la historia.
Cada decada todo cambia, lo que había hace diez años hoy nos parece obsoleto y con la música de hoy en día no será diferente y llegará un punto en que se establecerán periodos de música clásica con sus representantes más distinguidos. Si usted disfruta escuchar todos los días la música de Mozart, pues lo felicito por tener esos gustos músicales. Si a usted le gusta la música de Romeo Santos, no lo voy a felicitar porque la verdad no me gusta esa música, pero le aseguro que en 200 años su música será considerada clásica exclusiva para "inteligentes" y los pretenciosos de su época.
Estos amigos, dentro de 200 años serán considerados música para "inteligentes". |