A todas las personas, la muerta se les presentará de cerca en la vida, en nuestra miserable vida. Ya sea debido a la inevitable perdida de un ser querido, o en la hora de nuestra muerte (amén). La verdad no sé porque escribí lo que acabo de escribir, me deberían de llamar capitán obvio, quizá es porque no me pasa la mala racha, pero éste artículo nada tiene que ver con mi falta de inspiración y solo estoy escribiendo esto nada más para rellenar algunas líneas, porque el artículo a lo mejor y sea corto.
Hace poco más de un mes, murió el ex-alcalde de San Salvador: Hector Silva. Los días posteriores a su muerte los medios no cabían en reconocimientos postumos como el mejor alcalde que ha tenido la capital, el funcionario de gobierno más honrado de la administración Funes, una gran persona, etcetera. y ojo, yo no digo que no lo haya sido, no me consta, pero no lo digo. Mi punto es ¿por qué no le dijeron todo eso cuando estaba vivo?. Un homenaje postumo me parece que no es algo que se deba de considerar como primer alternativa, llamenme revolucionario o quizá excentrico lo admito, pero hacer pompa para recordar a alguién me parece un acto vacío e hipócrita, ya que si de verdad se quizo y apoyó a esa persona, no será necesario enseñarle a todo el mundo lo mucho que usted estimó a esa persona, ya que con que usted esté tranquilo consigo mismo porque sabe que siempre le demostró su afecto, será suficiente. Pero ya que pasen varios días contando lo buena gente que era esa persona, me pone a pensar que lo hacen así solo porque saben que en vida nunca lo supieron valorar muchos de los que lo rodeaban.
Vívimos en un país en el que en vida no se reconocen a las grandes mentes, sino hasta que ya han muerto, y si no fue una gran mente, el pueblo, tras su muerte la eleva a ese grado. A lo mejor el día que muera Funes la gente dirá: "es que fue el presidente más imparcial que hemos ténido, nunca respondió a intereses ni del FMLN ni de los empresarios, y si lo hacía, luego luego, sabía como nivelar la balanza", pero para mientras llegue ese día la gente dice: "es peor que los cuatro de ARENA juntos, ningun sector lo quiere y se está "paseando" en la vida de los salvadoreños". No estoy diciendo que sea una gran mente, a lo mejor sí lo es, solo estoy poniendo un caso hipotético en un futuro, espero yo, lejano. Aca en El Salvador, hay grandes mentes, como en todo el mundo, pero eso es relativo. Entre los que yo considero en esa categoría puedo decir que son Dagoberto Gutierrez; Sigfrido Reyes (sí, lo leyó bien); David Escobar Galindo; hasta Roberto Murray Meza, claro que sí; y también un profesor de historía que tuve en la universidad, el lic. Gálvez, era increíble cuando explicaba los acontecimientos históricos de él país, hasta la fecha recuerdo todas sus cláses. Esa es solo una pequeña selección personal, de personas que yo considero que en vida pasan desapercibidas, y no obstante será hasta que quizá hallan fallecido, la gente se dará cuenta de que lo que decían, era lo cierto.
En vida, lastimosamente, y no me canso de decir, Salvador Alas "La Choly", es la mente brillante que muchos admiran, al que le hacen caso y por el que si en sus manos estuviera, decretarían asueto nacional una vez que él haya muerto. A este personaje se le unen otras ilustres celebridades de la farandula y política salvadoreña como el coronel Ochoa Perez, el staff de Buena Onda, el staff de Al Despertar y cualquier persona que se le venga a la mente a usted, que le haya escuchado discursos populistas que solo sirven para alebrestar hormigueros.
Este artículo trató sobre muerte, mis disculpas a todas las personas que mencioné si sintieron que estuvo mal de mi parte relacionarlos con tan trágico destino natural, les deseo largas vidas y prosperidad. Claro, lo anterior sí y solo sí, lo leyeran alguna vez, lo que es poco probable supongo.
Solo finalizo sugiriendole que esté en paz con sus seres queridos en todo momento porque usted no sabe cuando será la ultima vez que los verá con vida. Abundan los casos en que personas se pelean en un momento por una tontería y luego se van y tienen algún accidente trágico y mueren, no logro asimilar el dolor que de seguro sentirá esa persona que quedó enojada con el fallecido. Yo hago lo propio, no me puedo enojar con mis padres, porque a los minutos estoy hablando con éllos de nuevo de una manera tránquila y serena, porque sé que uno nada sabe de la vida, mucho menos cuando se pueden perder a los seres queridos. Hasta la próxima.