Muchas personas dicen que antes se vivía mejor, esto hay que contextualizarlo. Por un lado si nos referimos a que el estrés como índice de calidad de vida, era menor antes, pues sí, sí se vivía mejor. Y es que hoy en día nosotros mismos deterioramos nuestro día a día bajo nuestra propia voluntad. Pero esa solo es una arista, porque en las demás, no lo es tan así de que se vivía mejor antes. Las enfermedades es un factor determinante que incidía en que una persona de 40 años, ya se consideraba que había vivido demasiado, debido a que casi nadie llegaba a esa edad. Hoy en día, en países del tercer mundo como el nuestro, la edad promedio de vida sobrepasa los 70 años, y en los desarrollados, casi llega a los 90.
Algo tan sencillo como combatir las enfermedades, disminuye la taza de mortalidad en el planeta. Esto, lo podemos ver sin lugar a dudas como algo bueno, porque el día que nosotros mismos o un ser querido se llegue a enfermar; desearemos tener la medicina correcta a nuestro alcance. Por otra parte, si entramos en análisis sobre el control de la población mundial, del cual hay instituciones tras la sombra que ponen su granito de arena al respecto, la cura para las enfermedades no es algo que debe hacerse publico; de acuerdo a sus intereses particulares. ¿Conviene sanar a personas que no le traen provecho al planeta? No entraré en detalle, pero lo que sí quiero decir, es que no debería estar en las manos de pocos el tomar una decisión como ésta.
En los últimos treinta años, las dos enfermedades más populares entre la mayoría de la población son la diabetes y la hipertensión. Dos enfermedades bastante prevenibles, pero que sin embargo el doble discurso de los mass media contribuyen a que estas se propaguen. Por un lado nos muestran anuncios y documentales sobre mantener una buena salud y cuidar nuestros hábitos alimenticios y después nos están enseñando la nueva hamburguesa de 4 pisos de carne, tocino y queso. A parte de esas dos enfermedades, en nuestro país, ha aparecido un nuevo contendiente en el ring, un contendiente que ya cuenta por miles las muertes que ha causado. Hablo de la insuficiencia renal. Una enfermedad que se creía solo afectaba a personas que trabajaban bajo el sol y no tomaban agua, pero que ahora se ha demostrado que una de las principales causas para padecerla dentro de una vida sedentaria es el excesivo consumo de bebidas con colorantes artificiales. Mencionaría solamente la Coca Cola o la Pepsi, pero de lejos son las únicas porque todos esos tés fríos, están llenos de colorantes y por si fuera poco de la misma cantidad de azucar que una Coca Cola. Lo leyó bien, incluso yo les escribí una vez a Lipton para que me dijeran si beberlo era más sano que beber Coca Cola, como a los cinco días me contestaron pero solo me dijeron que fuera a leer los valores nutricionales que trae la etiqueta; es decir, ni el community manager se atrevió a decirme algo tan sencillo como "sí, tranquilo, somos más sanos".
Diabetes, hipertensión e insuficiencia renal. Esas tres enfermedades acabarán en los próximos 20 años con la mayoría de salvadoreños. Son las maras que tenemos en nuestro organismo. No espere medicinas porque las élites no se las darán, le interesan verlo muerto y no me estoy quejando de ellos. Le corresponde a usted cuidarse de esos asesinos que están en su comida.
Son lo mismo, desde el punto de vista de nuestra salud. |