Hace meses escuché en la televisión, como mucha gente decía que el tema de las pandillas no debería ser politizado; es decir, en vísperas de las elecciones presidenciales del próximo año, los candidatos no tenían que mezclar a las pandillas en su campaña electoral. Yo estimo que esto se debe a que siendo el tema que más preocupa a los salvadoreños, iba a ser hasta muy cruel pedir el voto prometiendo algo que todos sabemos que ningún candidato está dispuesto a cumplir ¿y por qué digo que ningún candidato está dispuesto a cumplir? refiriéndome claro, a cualquier medida que sirva para paliar la proliferación de las pandillas; pues sencillamente porque si un candidato quiere ganar la presidencia, tiene que poner a las pandillas de su parte.
Hagamos números: Se estima que en El Salvador existen apróximadamente 50,000 mareros. Cada marero tiene su familia la que incluye, esposa, padres, hijos y otros; es decir, por cada marero hay un grupo de personas que se ven beneficiados por sus hechos delictivos, entonces a cada marero asignemosle 5 personas mayores de 18 años a su cargo, las cuales dependen de él. Entonces obtenemos que hay 300,000 personas que viven de robos y extorsiones. Ahora hay que situarse en el contexto de ¿cuántos ciudadanos pueden ejercer el voto? Apróximadamente 3,000,000. Eso quiere decir que más o menos, el 10% de la población está relacionada con las maras. Y bueno, recordemos que en las elecciones pasadas Ningún candidato logró obtener ni tan siquiera el millón de votos, es más, entre todos apenas superaron el millón de votos, esto quiere decir que ese 10% en realidad no es eso, sino que es una cantidad mucho mayor considerablemente atractiva para cualquier candidato. Ningún candidato puede prescindir de las maras si quiere ganar.
El discurso de campaña de ARENA, gira en torno al combate frontal contra las maras, critica el pacto entre las pandillas (cosa que sinceramente es altamente criticable), pero hace unos meses recuerdo que se manejó el rumor de que mientras Norman Quijano escupía fuego contra las maras, Rene Portillo Cuadra se reunía con lideres de las maras para pedirles que por favor les ayuden a mantener una gobernabilidad sostenible en un futurible mandato de ARENA y les ofrecia hacer un pacto con ellos. ARENA sabe que tiene que tener el apoyo de las maras para ganar. Pero ojo, FMLN y UNIDAD también lo saben. Sería una tontería que ellos ignoraran a las maras porque la cantidad de votos que dejarían de percibir sería grande, por eso es que sus comandos de campañas en las comunidades acediadas por maras, son mareros. Los mareros andan de casa en casa pidiendo el voto por esos partidos políticos. Los 3 hacen eso.
Me gustaría creer, que debido a su poco apoyo, los otros dos partidos que no recuerdo su nombre no están trabajando a la par de las maras, ¿pero cuál es la consecuencia de no hacer eso? no ser tomados en serio por nadie. En las encuestas que salen en la televisión, ninguna los menciona porque sus encuestadores ni siquiera preguntan por ellos cuando andan haciendo sondeos de campo.
ARENA, FMLN y UNIDAD, son parte de un show, y no hablo de un show simplemente electorero, sino que un show que va más allá de lo que alcanzamos a percibir. En realidad cualquiera que gane de ellos, no importa porque el país seguirá igual. Los ricos serán los mismos, los pobres serán los mismos también; lo único que cambia es qué grupo de personas administra el botín del Estado. Esto el pueblo ya lo sabe, así que a los gobernantes de turno; es decir el FMLN, se le ocurrió la idea de llevar voto residencial para que apenas salgamos a la puerta de la casa para votar y pedir el voto a los salvadoreños en el exterior, porque saben que si no hacen eso; es decir, si siguen como siempre en el proceso de votación, la cantidad de votantes será bien pequeña el próximo año. El Estado salvadoreño es sinvergüenza. Lo invito a que no vote.