Si usted escribe "ateísmo" en el buscador de este blog le saldrán unos cuantos artículos que he escrito al respecto. Hoy quiero ahondar más en ese tema, basado en lo que he dicho recientemente respecto a que ya no soy capaz de escribir como antes porque he evolucionado naturalmente.
Ateísmo en el sentido preciso de la palabra es no creer en la existencia de ningún tipo de dios o entidad divina. Por muchos años me guíe por esa forma de ver la vida, actualmente mi cosmovisión ha cambiado, descubrí muchas cosas en el último año las cuales ya no me permiten sostener mi forma de pensar antigua.
En primer lugar, descubrí por qué me consideré ateo y la razón no es de acuerdo a la definición que les planteo, sino que me consideraba ateo por una razón cultural: no comulgo con el cristianismo. Esa es la pura verdad en mi caso, no puedo ser cristiano. Motivos históricos y sociales no me permiten serlo, no puedo estar con una religión que usa el nombre de Dios para cometer atrocidades. Esa fue una de las principales razones que a la edad de 16 años me llevaron a declararme ateo. Esto lo descubrí de la manera menos pensada: el año pasado, académicamente hablando me fue excelente y gracias a eso ahora ya acabé todas las materias de la universidad. Mi secreto para hacer ese esfuerzo para rendir excelentemente fue estudiar, estudiar mucho; pero mientras estudio me gusta estar escuchando documentales o conferencias, solo así puedo hacerlo bien. Entonces me di a la tarea de escuchar documentales sobre religiones, empezé con el judaísmo y no me llamó la atención, luego empecé escuchando documentales y charlas sobre el islam y me encantaron. Desde ese momento descubrí por qué me consideraba ateo, ya que el islam cree en Jesus, María y Yahve, pero lo aborda todo sin excepción, desde un punto de vista de la ciencia y la razón. Entre otros detalles más que explicaré más adelante en este artículo que me hicieron abrir los ojos, descubrí finalmente que yo no era ateo, simplemente no era cristiano.
No soy musulman, el islam solo me sirvió para darme cuenta que no soy ateo, no ha ser practicante de esa religión, a la cual le tengo mucho aprecio.
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Dios está en lo más profundo de nuestra conciencia. |
Algo que vengo haciendo en mi diario vivir desde hace cuatro años, es filosofar sobre el significado de la vida ¿qué sentido tiene vivir? es la pregunta que yo y muchas personas en el mundo nos hacemos -siendo históricamente René Descartes el abanderado en este plano- a las cuales nos atraen este tipo de interrogantes. A partir de haber abierto los ojos como ya lo expliqué, las piezas del rompecabezas fueron encajando en mi vida y descubrí lo inevitable: Dios sí existe. Curiosamente, la interpretación que yo le doy a Dios, es la misma que le dan muchas personas alrededor del mundo: Dios es una consciencia que abarca todo el universo. ¿Qué quiero decir? en algún lugar en lo más vasto del universo, existe una forma de vida más allá de nuestro entendimiento, la cual es Dios. Quiero enfatizarlo: más allá de nuestro entendimiento. Es todo lo que puedo decirles.
Por otra parte, a nivel de nuestra propia conciencia, en lo más hondo de nuestros pensamientos, ahí está ese mismo Dios, porque nosotros y el universo somos uno solo. ¿Cómo puedo comprobar esto? Bueno, usted probablemente ora y en la mayoría de situaciones le da resultado esa oración, es ahí donde está actuando esa consciencia. En mi experiencia personal, en el último año me he topado con situaciones de las que puedo dar testimonio, que si bien habían varias alternativas, yo nunca anduve pensando en estas y siempre tuve claros mis objetivos y al final todo se iba dando como yo lo deseaba. De alguna manera, gracias a esa busqueda del significado de la vida, lograba conectar mi consciencia con el universo y conseguía lo que me proponía. Eso es a lo que usted llama oración. Por eso es importante creer en Dios, si no crees en él, esa fuerza no puede actuar, porque nosotros no estamos creyendo en nosotros mismos y en nuestros objetivos.
Sintetizando: Cuando usted ora, tiene fe, su conciencia le permite lograr sus objetivos, ese es Dios actuando, es esa entidad divina lejos de nuestro entendimiento actuando la cual también tenemos en nuestra mente. Dios, el universo, usted y yo somos una sola conciencia. La doctrina filosófica de la que he hablado en todo este artículo se llama solipsismo, y es lo que he mencionado, todos somos uno solo. Las decisiones que yo estoy tomando o las que usted está tomando, son una sola, la de un solo ser, la de Dios, la de nosotros.