Los medios masivos de comunicación social nos han pintado un mundo ideal para nuestros ídolos, un mundo que nadie lo tiene pero nos hacen creer que así es. Por un lado nos meten el gusanito para soñar en alcanzar eso y por otro lado más grande nos enseñan que es imposible.
Todo creemos que es una conspiración. Si algo nos sale mal es porque alguien conspiró en nuestra contra. Si se daña una tubería de anda, es una conspiración; si Nayib no puede inscribir su partido, es una conspiración; si los favoritos de la Copa del Mundo de Fútbol, quedan eliminados rápido, es una conspiración; si Carlos Calleja le gana a Javier Simán, es una conspiración. No amigos, en la vida no todo es conspiración.
Trabaje duro, equivoquese lo menos posible y siga adelante que ni los planetas, ni sus vecinos, ni compañeros de trabajo tienen tiempo para estarle jodiendo la vida como usted cree hasta este momento.