Desde hace muchos años, siendo específico desde el auge del accionar pandilleril; es decir, haya por el año 2,004, me entró a la mente una idea que la sigo manteniendo hasta hoy en día, y si es así no es porque a mí me haya pasado por la cabeza hacerlo, más bien es por lo contrario ya que no me imagino en los zapatos de los hechores. Me refiero a matar gente, y la idea que me entró ese año es la siguiente: nadie, sobrio y con una salud mental buena, tiene el valor de matar a otro ser humano.
Pero matar está de moda, primero viene una amenaza en la mayoría de los casos, luego otra persona conocida como sicario lleva a cabo esa acción para la cual ha sido contratada y con sangre fría ejecuta a sus victimas. Yo quisiera creer, que un sicario cuando está haciendo su trabajo está bajo el efecto de sustancias que le alteran el juicio. No me imagino que un día cualquiera se levantan por la mañana, se bañan, toman una taza de leche, le dan un beso a sus hijos y a su esposa, salen a asesinar y regresan en la tarde bien tranquilos a sus hogares donde los espera su familia. No, más bien diría que antes de asesinar, ingieren droga para que les de las agallas para ir a asesinar a sus victimas.
Ese pensamiento cobró vida hoy en mi cabeza, mientras el bus en que iba, viajaba a una alta velocidad y se me vino a la mente que si ese bus se fuera a estrellar y estuviera a punto de caer a un barranco o hundiendose en un río, y yo lograra salir primero. Yo, si bien declarado misántropo, mi voluntad no me permitiría simplemente salir del bus, salvar mi culo e irme bien tránquilo, porque mientras viviera, mi mente nunca me dejaría en paz y hasta mi último suspiro arrastraría la carga de que pude haber salvado la vida de varias personas o al menos de tan siquiera una. Misantropía no es sinónimo de psicopatía.
Volviendo al tema, que alguien dispare un arma, o utilize un arma blanca contra una persona es un fenómeno totalmente antinatural. Si bien con eso que acabo de escribir entro en conflicto con la historia de la humanidad, ya que la humanidad ha sentido la necesidad de conquistar con la espada a otras personas o simplemente defenderse de un acechador que lo acosa desde los matorrales, esto no quiere decir que esos hechos sean justificables ¿o es que acaso fue justificable la expansión de el Imperio Romano, Francés o del Tercer Reich? No, en realidad los gobernantes de esos imperios no estaban sanos de su mente. En 2,012 salió la noticia de que una mujer en Estados Unidos, llamó al 911 para informar que ella estaba escondida en el closet de su cuarto, sola, con su hija bebé, porque un hombre armado se había metido a su casa a robar. La mujer recien había enterrado a su marido y para protegerse tenía un arma en su casa. Le dijo a la operadora, que ella tenía un arma, pero quería contar con el consentimiento de la unidad de emergencias para dispararle al ladrón. La operadora le contestó al escuchar la solicitud de la madre: "Debe hacer todo lo posible para protegerse. No puedo decirle que puede hacerlo, pero tiene que hacer lo que haga falta para proteger a su bebé". La mujer disparó al hombre y lo mató, ¿ella ya habrá olvidado que asesino a un hombre? No lo creo. Por otra parte, el ladrón sin lugar a dudas tuvo que estar bajo el efecto de al menos una droga, porque meterse a robar y atentar contra la integridad física de las personas a las que roba no es un comportamiento natural de las personas.
Situandonos aca en El Salvador, ¿los pandilleros olvidarán algún día a todas las victimas que han matado y tendrán una conciencia tranquila? No. ¿Cómo sociedad debemos pedir la muerte de los que nos dañan? Menos. Los seres humanos no somos nadie para tomar la decisión de quitarle la vida a otra persona. Probablemente los familiares de sus victimas nunca los perdonen, y tienen razón en no hacerlo, pero pedir la muerte de ellos sería gritarle a los cuatro vientos al mundo, que el problema de las pandillas ya se nos escapó de las manos y que estamos desesperados por erradicarlo. ¿Pero y que darle ese grito al mundo es malo? No, no lo es, podemos, debemos pedir auxilio y nos tendrán que ayudar, pero más muerte nunca será una solución correcta.
Una vez escribí que aquel que se hace llamar ateo, para convivir en conflicto con las mayorías; no es un ateo, es un vandalo y debe estar en rehabilitación. Hoy le agregaría a eso que además de aquel que se haga llamar misántropo y asesine a otras personas porque piensa que eso debe hacer; no es misántropo, es un asesino y también debe estar en rehabilitación. Y ojo, que hablo de rehabilitación y no de carcel, porque la sociedad no gana nada teniendo a enfermos mentales en una jaula. Entonces entra en juego la carta de el Estado, y este debe velar porque todo aquel que padece una enfermedad mental o adicción a sustancias psicotrópicas, debe tenerlo en rehabilitación hasta que cambie su conducta y le pague a la sociedad todo el daño que le ha hecho. El encierro, el apiñamiento y el exhilio jamás serán remedio para los delincuentes, ellos necesitan ayuda medica, necesitan que les reprogramen ese módulo de la mente que les ordena actuar de esas maneras feas.
Una vez escuché en internet, que contratar un sicario cuesta de $10,000.00 para arriba. No quisiera comprobar que esa cifra es correcta. Lo que sí es abominable, es saber que la vida tiene un precio, y que hay un enfermo mental o un drogadicto que está dispuesto a cobrar ese precio.
Pasen un buen fín de semana.