Vívimos en una ciudad anárquica, cada quién hace lo que se le apetece y solo importa el yo, el ego. Todos nos quejamos de nuestra sociedad, nuestra idiosincracia. En estos días que los centros comerciales están llenos de gente, a ésta misma se le oye decir: "hay, pero está bien feo, está lleno de gente"; pero si ustedes mismos son gente bola de subnormales, y son exactamente igual a esa clase de gente que a ustedes no les agrada. Ustedes mismos deberían de odiarse.
Observo como la polícia no hace nada con los transportistas que tratan como basura a los pasajeros del tránsporte público, es en serio, la mayoría de motoristas paran en medio de la calle, y algunas veces ni paran solo bajan la velocidad para que la gente se tire. He visto ocasiones en las que la misma policía detiene a los autobuses en paradas no autorizadas para que suban gente.
Otra cosa, la mayoría de gente piensa que el desorden público es bien visto y que nadie está en la potestad de decirle nada mientras no lastime a alguien, lo cual es falso, ya que el detalle está en la palabra que está luego de "desorden", "público", es decir, pagamos impuestos por lo tanto nosotros estámos en el derecho de exigir calles limpias y ordenadas. El problema surge cuando la misma gente que se queja de el desorden en la vía publica, no coopera con este, ya que ensucia las calles en la primera oportunidad que tiene.
El perfil del salvadoreño promedio implica no incluirse en el perfil del salvadoreño promedio. Concluyo que a los que les parece mal que los centros comerciales estén llenos de gente, son las mismas personas que lo llenan; que las mismas personas que se quejan del desorden en la via pública, son las que lo fomentan; las mismas personas que se quejan de el gobierno, son las que lo eligieron; las mismas personas que se quejan de la violencia, son las intolerantes; las mismas personas que se quejan de la economía, son las que compran lo innecesario; las mismas personas que quieren un país mejor, son las que se comportan de la manera más cabrona. Vivímos en una anarquía, todos tenémos la razón sobre lo que decímos (no quise escribir "pensamos", ya que no lo hacemos) en ese instante, pero en los próximos treinta minutos cambiamos de idea y también creemos tener la razón. Todos deberíamos de ser presidentes, no nos gusta como nos gobiernan actualmente, y estámos convencidos que somos los unicos que tenemos la solución para sacar a El Salvador adelante, lo que piensan nuestros prójimos todo está equivocado, a excepción de los "verdaderos" lideres pensantes: La Choly, El Turrón, Gordo Máx, Daniel Rucks, El Pollo, y pare de contar un sin fin de "pensadores" que tiene El Salvador, ya que son los que me he dado cuenta la gente oye todos los días y no solo los oye también los escucha, si me entiende lo que quiero decir.
Si alguna vez visita el querído El Salvador, lo invito a pasear por el centro histórico de la capital, a escuchar las radios salvadoreñas, a ver la televisión abierta, a leer las revistas de ofertas que algunos llaman períodicos, lo invito a hablar serio con una persona sin que la otra persona piense que usted está enojado y quiere agredirlo. En fín, vivímos en una anarquía, esperamos (yo y ojala alguna persona más) que alguna vez eśto cambie para bien, ya estámos hondo así que sería de proporciones bíblicas si caemos más, así que tengo la esperanza que alguna vez mis bisnietos puedan ver una nueva sociedad. Hasta pronto.
Otra cosa, la mayoría de gente piensa que el desorden público es bien visto y que nadie está en la potestad de decirle nada mientras no lastime a alguien, lo cual es falso, ya que el detalle está en la palabra que está luego de "desorden", "público", es decir, pagamos impuestos por lo tanto nosotros estámos en el derecho de exigir calles limpias y ordenadas. El problema surge cuando la misma gente que se queja de el desorden en la vía publica, no coopera con este, ya que ensucia las calles en la primera oportunidad que tiene.
El perfil del salvadoreño promedio implica no incluirse en el perfil del salvadoreño promedio. Concluyo que a los que les parece mal que los centros comerciales estén llenos de gente, son las mismas personas que lo llenan; que las mismas personas que se quejan del desorden en la via pública, son las que lo fomentan; las mismas personas que se quejan de el gobierno, son las que lo eligieron; las mismas personas que se quejan de la violencia, son las intolerantes; las mismas personas que se quejan de la economía, son las que compran lo innecesario; las mismas personas que quieren un país mejor, son las que se comportan de la manera más cabrona. Vivímos en una anarquía, todos tenémos la razón sobre lo que decímos (no quise escribir "pensamos", ya que no lo hacemos) en ese instante, pero en los próximos treinta minutos cambiamos de idea y también creemos tener la razón. Todos deberíamos de ser presidentes, no nos gusta como nos gobiernan actualmente, y estámos convencidos que somos los unicos que tenemos la solución para sacar a El Salvador adelante, lo que piensan nuestros prójimos todo está equivocado, a excepción de los "verdaderos" lideres pensantes: La Choly, El Turrón, Gordo Máx, Daniel Rucks, El Pollo, y pare de contar un sin fin de "pensadores" que tiene El Salvador, ya que son los que me he dado cuenta la gente oye todos los días y no solo los oye también los escucha, si me entiende lo que quiero decir.
Si alguna vez visita el querído El Salvador, lo invito a pasear por el centro histórico de la capital, a escuchar las radios salvadoreñas, a ver la televisión abierta, a leer las revistas de ofertas que algunos llaman períodicos, lo invito a hablar serio con una persona sin que la otra persona piense que usted está enojado y quiere agredirlo. En fín, vivímos en una anarquía, esperamos (yo y ojala alguna persona más) que alguna vez eśto cambie para bien, ya estámos hondo así que sería de proporciones bíblicas si caemos más, así que tengo la esperanza que alguna vez mis bisnietos puedan ver una nueva sociedad. Hasta pronto.
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