28.5.19

La última recamara

Últimamente he andado con mucha energía. Salí de mi zona de confort y me ha servido hasta para manejar de forma eficiente la energía de mi cuerpo. Intento cuidarme porque si no lo hago no me alcanzaría el día para hacer todo lo que tengo pendiente. Yo tengo una fragilidad mental tremenda, cualquier cosa me rompe y se libera el ogro. Aunque pensándolo bien, me pasa las de Hulk, he sabido vivir con ese ogro dentro de mí. Para alguien con una fragilidad mental como la mía, es muy difícil no quebrantarse a la primera. Pero con mucha paciencia, comprensión y ganas de hacer las cosas bien se logra. Quizá esto que me está sucediendo es la última recamara de mi ruleta rusa.

Mi recomendación para los que se sienten identificados, es que se vayan a dormir cansados y que todo el día tengan la mente lo más ocupado que tengan. Mis próximas metas son contratar al menos dos personas más para mi empresa (de la que les hablaré más adelante), terminar de aprender los cinco idiomas que conozco y servir de buen ejemplo para los demás.