3.5.20

El mundo después del COVID-19

Partamos del modelo sueco para combatir el SARS-CoV-2, un combate que más que una medida de eliminación, es una medida de adaptación. Suecia, desde inicios de abril suspendió toda medida de distanciamiento social, y dejó a criterio de sus ciudadanos su higiene personal. Actualmente, es el único país no socialista (el modelo de bienestar social sueco, no es socialismo; pero eso será otro artículo), que está permitiendo que sus ciudadanos tengan libertad para hacer lo quieran y asistir donde quieran; incluso ni las escuelas están cerradas. Esto solo se ve en países como Nicaragua o Venezuela, pero curiosamente los datos obtenidos de países como estos últimos dos no son confiables; y es que Suecia haciendo esto, registra casi 19,000 casos activos y casi 3,000 muertes productos del Coronavirus. Contrastando con los 187 casos activos de Venezuela y 10 muertes, y los 4 casos activos de Nicaragua y 3 muertes. No hace falta ser genio para saber que si no se hacen pruebas, no se tendrán resultados. Suecia está haciendo pruebas a lo bestia junto a la liberación de su actividad económica. Estos resultados del país nórdico, están en el presupuesto esperado, porque la búsqueda de la inmunidad colectiva implica la contaminación de la población y por ende, la muerte de las personas más vulnerables expuestas a este. Entonces, ¿Esto que está haciendo Suecia, debería ser tomado como un modelo a implementar por los demás países del mundo? Depende, porque no todas las sociedades están preparadas para tomar este tipo de decisiones y mucho menos pensar a largo plazo; por el contrario nuestros gobernantes populistas, jamás piensan a largo plazo, solamente a corto y es por las elecciones que tan rápido se realizan en nuestros países.

Pongamos como ejemplo la gripe común. Cuando en su hogar alguien se enferma con este virus, no todos se terminan contagiando y eso que comen juntos, usan los mismos cubiertos, los mismos platos, se sientan en el mismo lugar, se acuestan en el mismo lugar; y sin embargo uno o nadie del resto de la familia se termina contagiando de gripe. Es porque ya tenemos inmunidad colectiva ante este virus. Eso es lo que se busca con el SARS-CoV-2; volvernos inmunes. Las medidas de confinamiento y distanciamiento social, contribuyen a debilitarnos las defensas y nunca desarrollar anticuerpos ante nuevos virus que producirán las enfermedades del futuro. En este momento estamos hablando del COVID-19, pero en los próximos años vendrán más y más, y con nuestro sistema inmunológico en estado perezoso, todas nos van a agarrar de frente y serán mortales una tras otra.

Parafraseando el meme, ustedes no están listos para este artículo; pero vamos camino a convertirnos en los aliens del libro "La Guerra de los Mundos", donde los virus de la tierra los debilitaban. 

Cuide a las personas vulnerables; es decir,a todas aquellas que tienen comprometido su sistema inmunológico, tampoco deje que nadie le estornude en la cara ¡justo como lo ha venido haciendo toda su vida! Pero recuerde que lo más importante es fortalecer su salud. Coma sano, haga ejercicio y sobre todo cuide su salud mental; que esta, es la más delicada y la que decidirá si usted puede seguir adelante o no.

Nos debilitarán los virus de nuestro propio planeta, si seguimos en cuarentena.