Alguna vez escribí al respecto del orgullo, en esa ocasión lo toqué desde un punto de vista arrogante, sin embargo hoy vuelvo a escribir respecto a la misma sensación, pero visto desde un punto de vista honorario.
¿Algúna vez usted ha tenido la chance de hacer algo que no debe hacer?, mucha gente sí. Yo hoy tuve la chance de hacer algo que academicamente me habría dado mucha alegría, pero no lo hice, porque no debía hacerlo. No ahondaré en detalles pero solo puedo decir que no era nada grave, pero que sin embargo si lo hacía no me iba a sentir tranquilo conmigo mismo, anoche no pude dormir bien porque sabía que si lo hacía estaba cometiendo una gran injusticia. hay personas que sí lo hicieron, no comentaré sobre éllos ya que cada quien es libre de hacer lo que quiera mientras no afecte a los demás, lo que me deja en que pensar es la clase de mentalidad horrible que tienen al no tener tan siquiera un poco de conciencia con lo que hacían.
La paz consigo mismo es la dicha, y no hay mejor forma de encontrarla que haciendo solo lo correcto, no deberle nada a nadie es una virtud subestimada de nuestros días, pero que es importantísima. Después de todo hoy nuestros países le deben el alma al FMI, no es de extrañarse que los ciudadanos insensatos no tengan escrupulos para engañarse a sí mismas y que a su vez pasen por encima de los justos.
Saben, éste blog a crecido mucho en los últimos seis meses, ya tiene la misma cantidad de visitas que en un año y sin hacerse nada de publicidad, así que lo que a continuación escribo probablemente poquitas personas lo lean, de cualquier manera como ya lo dije estár en paz consigo mismo es la dicha, y lo que quiero decir es: "yo no soy corruptible". Sí mi querido lector, a mis 22 años la verdad he hecho pocas cosas por las que en verdad sentirme plenamente orgulloso. Les seré sincero ésta vez: nunca he trabajado y voy mal en los estudios (en España me llamarían "nini"), nunca me enseñaron un oficio; hoy tengo 22 años, no tengo vicios, soy limpio, ordenado y respetuoso y jamás he sido corrompido por ninguna clase de poder, pero en el mundo actual todo eso importa un carajo, a la gente no le importa que pasés tus materias copiando, que mintás en tu currículum, que seás un malhablado, que seás un vicioso, que no respetés ni a tu madre, y podría seguir escribiendo una larga lista seguramente. A la gente solo le importa que seás lindo y que todo lo malo que hacés lo tapés con picardía.
No escribo éste artículo como señal de debilidad, yo sé que hay que ser fuerte y seguir luchando, unicamente quería escribir en mi diario la sensación que tengo al saber que por más noble y leal que uno sea, en la practica eso no es lo importante.
Hasta la próxima.