Es complicado trabajar con las demás personas. Yo soy perfeccionista, sí, pero rechazo como una verdad inalienable de que el salvadoreño es buen trabajador. Hay que andarlos apresurando y viendo que hagan bien su trabajo.
Uno tiene que hacer todo. Solo hay que delegar las cosas más elementales como barrer el suelo o abrir una puerta. Lo demás no les importa aunque les paguen por ello.