1.2.17

El viejo Samuel González

     Iba a escribir un artículo muy polémico sobre geopolítica, pero en estos momentos ando haciendo cosas por conveniencia y no me convendrá, así que mejor escribiré sobre lo que representa para mí, el graduarme de la universidad. Chiste personal entre un amigo y yo, que me dió a entender eso que escribí al principio. Si abrió este artículo porque le llamó la atención eso que leyó en el thumbnail, sepalo que Samuel González jamás ha sido un yoyo.

    Quisiera empezar diciendo que seré el primer profesional de mi familia, pero tengo algunos primos que ya sacaron su título y en realidad ellos fueron los primeros y gozan de ese honor. Antes de ellos, nadie, ni en la familia de mi madre ni de mi padre tenían un título universitario. Consecuentemente en mi nucleo familiar sí seré el primero. No tengo hermanos, abuelos o tíos con un título profesional  (un tío, creo, no estoy seguro, salió de profesor). Menciono esto porque desde el primer hasta el último día siempre escuche decir "es que mi hermano me explicó", "mi papá me enseñó", "mi abuelo me contó"; en temas relacionados a los temas abarcados en la ingeniería eléctrica. Esas ayudas son valiosas, hubiera deseado tener un guía durante toda mi carrera. Tomando en cuenta que en bachillerato no saqué ninguna especialidad, llegué con 17 años recien cumplidos a la universidad más exigente del país. Creanme cuando les digo que llegar a estudiar ingeniería eléctrica sin ninguna base y sin ninguna ayuda, es un reto muy complicado.

    Para poner en contexto a lo que voy, para los estudiantes de ingeniería que han tenido precedentes familiares en ese campo, es porque su padre o su abuelo se graduó como ingeniero por primera vez en su familia y éste empezó ese legado. Y ahora gracias a ese abuelo, esa familia cuenta con un nombre en el gremio salvadoreño de ingenieros al cual se pueden avocar para conseguir un empleo, un favor, un acuerdo, etcétera. Entonces, para ir al grano, en mi legado familiar: YO SERÉ ESE ABUELO QUE EMPEZARÁ TODO. 

    "Mi abuelo Samuel fue el que entró a la empresa", "Abuelito Samuel fundó la empresa", "El viejo Samuel González diseñó toda la red de transmisión subterranea"; dirá toda mi descendencia. Mis hijos, sobrinos, nietos y bisnietos podrán preguntarme todo lo que quieran sobre la ingeniería eléctrica y similares y yo responderé a todas sus dudas. Me tomaré como un compromiso propio que si alguno de ellos quiere estudiar ingeniería, lo asesoraré en todo para que se gradúe con CUM Honorífico, porque eso es lo que hace la familia. Al ser el primero, mi vida será jodidamente dura, pero tendré la satisfacción de que la de mis hijos será un poco más alibiada; así como lo es la mía comparada a la de mis padres.

    Y disculpen si sueno engreído o molesto, pero es que a mí en especial, me llena de mucho orgullo haber culminado mis estudios, porque nadie me regaló nada y cada materia que reprobé o aprobé será una experiencia única en mi legado que ni siquiera ha empezado.

El viejo Samuel no sabe cómo lo hará, pero hace 10 años se prometió
a sí mismo, pasar los últimos años de su vida en una cabaña
en los fiordos de Bergen.

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