4.12.13

Continua el tema de las calles

     No sé por qué, pero desde hace un año el gobierno ha insistido en arreglar las calles de muchas zonas transitadas del país. Usted podrá decir: "Pero eso es bueno". Yo le respondo que lo es en la medida que se hace de la manera correcta, no de la manera como lo están haciendo actualmente. 

     Todas las calles que se propusieron reparar, lo están haciendo al mismo tiempo. En cinco años no pudieron ir arreglando las calles de a poco, sino que cuando les faltó un año para concluir su mandato a los funcionarios públicos actuales, se pusieron a arreglar las calles al mismo tiempo. La mayoría es por el SITRAM, algunas como la calle que pasa por el municipio de Apopa, simplemente porque les dio ganas de ir a meter al FOVIAL ahí y tengo entendido que durarán 2 meses de pura cosmetiquería en esa calle. 

     El punto es, que no entiendo la insistencia en estresar a la población salvadoreña. El gobierno lo único que hace poniendose a arreglas las calles al mismo tiempo es estresar ya que estratégicamente obstaculizan todas las arterias para salir de la capital. Si yo fuera un conspiranoico, probablemente estaría diciendo que el poder detras de las sombras nos quiere mantener estresados ya que de esa manera el ciudadano pensante no puede aflorar y solo nos queda por mostrar en las calles al ciudadano primitivo e intolerante que tanto les gusta ver a ellos, ese que no se atreve a ver más allá después de su nariz.

     El gobierno está haciendo un buen trabajo denunciando ante la población la corrupción que se vivió antes en el aparato público, pero como dice el dicho: unas de cal y unas de arena. Porque por un lado cuenta con la aprobación de la gente para seguir adelante sacando a la luz publica toda la corrupción, nos manda a las calles a estarnos rostizando en maquinas de metal queriendo cruzar tramos de 2 kilómetros en 20 minutos, en los cuales nos topamos con más de un ladrón que aprovecha la larga espera para hacer su rutina delictiva.

     Como ciudadano de la república salvadoreña, le exijo al Estado que nos deje de estresar, obstaculizando calles principales al mismo tiempo, y que mejor se ponga a reducir los niveles de asesinatos, robos y extorsiones que tanto nos estresan más. Nos estresa el Estado y también el hampa, no sé qué es peor, porque el hampa te roba en un instante lo que andés en la bolsa, pero el Estado con esas sus medidas poco populares te pueden robar el pan de un día completo o un trabajo completo que por llegar tarde dejaste de ganar.

     Ya lo he dicho antes, prefiero vivir en un país donde los carros y buses viajen lento evitando baches pero con una convicción de que nadie me va a hacer nada malo, que vivir en un país donde las calles de concreto estén completamente limpias para acelerar los vehículos, pero que al llegar al semáforo me van a estar esperando con una pistola y cuando entre a la colonia me van a salir unos sujetos pidiéndome dinero para dejarme entrar donde vivo.

     En la vida hay prioridades, el Estado no las reconoce. Probablemente, Funes sea recordado como el presidente que destapó la hoya de la corrupción en El Salvador, y eso es bueno porque alguien tenía que tener el valor para hacerlo. Pero para gente como yo, va a ser recordado como el presidente que más nos estreso a los salvadoreños, y que por lo tanto causó más intolerancia, problemas cardíacos y mentales. Eso último no lo inventé yo, el hospital psiquiátrico a aumentado su número de pacientes en los últimos años. Hasta a mí me han dado ganas de ir a dar una vuelta por ahí para ver el lugar donde me van a tener en unos meses, supongo yo, debido al rumbo que lleva el país de El Salvador. 

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