10.4.17

Eliminando paradigmas. Parte 2.

Esta es la parte 2 de este artículo. No recuerdo haber escrito la parte 1; bueno, al menos directamente, pero sí he hablado antes sobre los paradigmas que se nos presentan en la vida. Hoy mencionaré algunos otros con una serie de preguntas, los cuales, esperaría le muevan un engrane adecuado en su gran cerebro que le permita echar a andar el aparataje de la duda y la próxima vez, se cuestione el por qué usted hace algunas cosas que hace.

¿Por qué vivimos en 2017?
Es decir, ¿por qué ese número? Yo sé, coincide con el supuesto nacimiento de Jesucristo, hace 2017 años, pero a lo que voy es ¿y por qué nos basamos en esa fecha? Gran parte de la civilización moderna en nuestro planeta desconoce que nosotros llamamos 2017 a este año; es más, su concepto de año tiende a ser diferente del mismo modo. De acuerdo al calendario chino, estamos  en el año 4714; de acuerdo a los judios estamos en el 5778; para los hermanos musulmanes estamos en el año 1438; para los budistas en el 2558. Y para una civilización extinta como la maya, estamos en el 13 baktun. Para que se haga una idea, si América hubiera sido conquistada por cualquier civilización que no fuera cristiana, uno de esos años sería el nuestro actualmente. Si siguieramos siendo mayas, este día en específico sería el 13.0.4.6.11. Traducido se oye como el 11 k'in, del 6 uinal, del 4 tun, del 0 katun, del 13 baktun.

¿Por qué los vendedores abusan de nuestro tiempo?
"Regáleme un minuto de su tiempo" odio que un vendedor me diga eso. ¿Por qué tengo que regalarte un minuto de mi tiempo? Vos por ese minuto andás ganando dinero, ¿por qué tengo yo que regalartelo? La mayoría de vendedores salvadoreños no son comerciantes, no valoran el dinero como un bien que está en función del tiempo. A ellos solo les interesa vender su bolsa de dulces o sus paquetes de ranitidinas a costa de. Los vendedores se suben a los buses y te piden una concentración tremenda en lo que ellos van a decir ¿por qué tenemos que regalarles nuestra concentración? Que un bus sea un espacio confinado en el cual no podás salir cuando vos querás, no significa que al primer individuo que se pare a hablarte le tenés que poner atención. Esa misma técnica usan los delincuentes ¿por qué se dan más asaltos en los buses que en las paradas de buses? porque los imbéciles de los delincuentes y las victimas, tienen el paradigma de que lo que suceda en un bus, tiene que contar con toda nuestra atención y si me quieren vender o asaltar, tengo que concentrarme en ello. En la calle no, uno le dice a un vendedor "no" y ya estuvo; de igual manera los asaltos en la calle son menos frecuentes que en los buses, de ahí que mucha gente prefiere caminar que andar en bus. La próxima vez que usted se suba a un bus, recuerde, nadie tiene que pedirle que le regale su atención o su tiempo. No tiene sentido que le pidan eso.

¿Por qué insistimos en seguir viendo televisión?
No entiendo por qué existen personas que les encanta ver quién es el mejor chef de un país, quién es la mejor niña obesa que baila ballet, qué desayunó una actriz de Televisa o incluso algo que nuestra prensa considera noticia: cuántos rescatistas habrán en las playas en vacaciones. No entiendo por qué sigue existiendo la televisión. No existe contenido integral. Tenemos la libertad a todo el conocimiendo de la Tierra y del universo, y no lo usamos. Preferimos indignarnos viendo a millonarios tras un balón quejandose que no les cobran una falta a favor; que ver qué podemos hacer para salir del ostracismo en que nos hemos metido. A mí no me importa quién es el mejor chef salvadoreño y tampoco me importa ver si el arzobispado de San Salvador, apoya o no apoya la mineria. Los noticieros salvadoreños consideran que es importante estar informados que cruz roja hizo un simulacro, o que el Super Selectos le regaló 10 computadoras a los niños de un cantón. Un verdadero noticiero salvadoreño tiene que informarnos principalmente sobre la economía y la política del país. Ni siquiera sobre muertos.

¿Por qué insistimos en vivir la vida de otros?
No, no me refiero a ser metiche, me refiero a la plaga que nos ha venido desde Holywood, con la cual yo mismo me he contagiado. Pero lo reconozco, reconozco que no estoy a la altura de alguien que haya dado el primer paso para marcar la diferencia. Las redes sociales no son buenas. Aunque el vergo de millenials le digan lo contrario, no lo son. Nuestros padres no las tenían y tenían las relaciones sociales más sanas que podían haber. Si usted quiere comunicarse con alguien, pidale su número de teléfono, si es mejor, pidale el fijo, para así no andar pendientes del movil. Las redes sociales no van a finalizar, así como predije hace años que lo haría la televisión. Las redes sociales van a evolucionar a un nivel abstracto. Estarán sincronizadas directamente a nuestra mente. A ese camino vamos. Yo todavía tuve la oportunidad de cuando quería hablar con una amiga, le hablaba al teléfono fijo, esa calidad de comunicación ya no regresará. Estamos en la era no de la información, porque no la usamos, sino que en la era de las redes sociales, que nos sobrepasan, y cuando la tecnología nos sobrepase, estarémos perdidos; ya estamos perdidos.

Un mundo felíz.