15.2.14

No confie en los medios de comunicación

     Malcolm X, dijo: "Si no estamos prevenidos ante los medios de comunicación, nos harán amar al opresor y odiar al oprimido".

     En las noticias de esta semana salió como un grupo de personas de una comunidad humilde llamada Iquitos, en el Perú, se agarraron a golpes con la policía porque los querían desalojar de sus viviendas, sin embargo lo que me llamó la atención es que el medio de comunicación en el que vi la noticia lo que destacó no fue el desalojo sino que fue el hecho de que un grupo de esos pobladores rodearon a un agente de la policía y lo tiraron al suelo a puros golpes hasta reventarle la cara, y que vale decir que no pasó a más. Las presentadoras estadounidenses del programa de dicho país, insistían en la actitud violenta de esos pobladores. No tocaron el punto del desalojo o del por qué les habían llevado la policía para hacerlos desalojar y tampoco mostraron a ningún policía golpeando civiles, porque está claro que los hubo. No conozco en detalle el caso, pero lo que quiero rescatar como ya lo dije, es el hecho de que ese medio de comunicación intentó resaltar la actitud violenta de los pobladores, antes que las causas de la violencia.

     Pero hoy demos un salta de miles de kilómetros hasta mi país, bueno, no exactamente porque esto ocurrió al otro lado del océano pacífico. Me refiero al sobreviviente José Salvador Alvarenga. Saben, yo sostengo que soy misántropo y lo sostengo a diario con mis actos, pero cuando conocí (y hasta la fecha) esta historia en su debido momento, me fue imposible que los ojos no se me pusieran lagrimosos. Usted ya ha de conocer su historia. Pasar 13 meses a la deriva en el mar, solo él y quizá unos pocos en el mundo lo soporten. Pasaba metido en una hielera para no quemarse y en unas declaraciones que ha dado ya acá en El Salvador, él ha dicho que le pedía auxilio a barcos que él veía en alta mar y no lo ayudaban. Digo, yo soy misántropo, pero los capitanes de esos barcos no sé qué carajos son. Si hasta el misántropo más icónico de la cultura popular como lo es el Dr. House habría rescatado a ese hombre. Pero bueno, volviendo al tema, me llamó la atención que cuando la noticia se supo, algunos medios de comunicación no creyeron su historia y como si fuera pólvora seca encendida en todo el mundo empezaron a salir expertos de sofá especializados en supervivencia humana, a explicar que lo único que quiere José Salvador, es fama y dinero porque es mentira su historia. Me enojó eso, pensar que hay mensos en todo, y cuando digo todo, me refiero a todos los continentes, que nunca han aguantado hambre en su vida y de repente ya son la autoridad definitiva para juzgar una odisea. Y tal vez esas personas no lo hacen de mala fe, sino que sencillamente lo hacen porque la primera opinión que escucharon de un medio de comunicación es que la historia es difícil de creer, y como es bien sabido que las primeras impresiones son las que más cuentan, les quedó en sus cerebritos ese mensaje subliminal de que el ser humano no es capaz de exigirse al máximo como lo hizo ese salvadoreño de nombre Salvador.

     Usted y yo sabemos lo que sabemos porque los medios de comunicación nos dijeron que eso debemos saber. Yo ya he dicho que existe un verdadero conocimiento al que no tenemos acceso toda la población mundial. Un verdadero conocimiento que esconden celosamente una pequeña elite que gusta de manipularnos a su antojo, y la mejor herramienta de hacerlo es con los medios de comunicación.

     Hace unos minutos miré que estaba saliendo en CNN, Christiane Amanpour, una periodista que es la que nos han vendido como una de las más veraces e imparciales haciendo su trabajo. Pero francamente no pude verla más de 3 minutos porque empezó mezclando dos cosas que son la amalgama perfecta para la manipulación masiva, iba a hablar sobre la preocupación del banco mundial para erradicar el hambre y combatir el calentamiento global. ¿Quién quiere un premio Pulitzer? Bueno, pues quien lo quiera que mezcle en una nota periodística a una institución corrupta como el Banco Mundial, una estafa global como el calentamiento global, y de paso un acto tan humanitario como erradicar el hambre. Que cocine eso a fuego por una hora en un canal de televisión famoso y que espere a que le lluevan los besos en el culo por su laboriosa faena tocando temas delicados que a nadie más se le ocurren.

     Debo insistir con el calentamiento global, pero y es que en estos juegos de invierno en Rusia, no ha habido mejor ventana para las elites, para vendernos más calentamiento desde ahí. Los canales de televisión no paran de contarnos que son los juegos más calientes que ha habido, con temperaturas que superan los 10 grados Celsius. Pero nos han creído tontos, porque nos dicen eso y de paso nos enseñan las grandes montañas y valles cubiertos de una gruesa capa de nieve, pero que si esa temperatura fuera real, esa nieve estaría derretida y eso lo digo porque hasta acá en mi municipio en una época del año llegan a haber 10 grados Celsius de temperatura y no hay ni un solo gramo de nieve en las calles, pero mágicamente en Rusia nos cuentan que hay más de 10 grados y todo está blanco. En Estados Unidos y Canadá se están congelando con temperaturas glaciares debajo de los -50 grados Celsius y en España me he enterado que hay una ola de frío tremenda, pero allá en Sochi, Rusia que por cierto queda más cerca de Asia que de Europa Central, misteriosamente la televisión nos cuenta que hace demasiado calor mientras hacen angelitos acostados en la nieve. Los medios de comunicación nos están vendiendo calentamiento global. No se deje engañar.

     Odiar al oprimido y besarle el culo al opresor es lo que les gusta que hagamos. Yo en reiteradas ocasiones he dicho que apoyo causas como la de los veteranos de guerra en mi país, que hoy en día en su mayoría son ancianos lisiados que mueren de hambre y que la única oportunidad que tienen para ser escuchados es cerrar las calles. Pero el sistema que nos gobierna, ya se sabe la maniobra de rutina, entonces manda a la policía a golpear a esos ancianos famélicos, van los medios de comunicación a contarnos como estos terroristas habían cerrado una calle, ensalzan a las fuerzas del orden que despejaron la calle y la mayoría de la población se hace de la idea que fue bastante oportuna la labor de la policía golpeando a esos terroristas que nos violaban el derecho al libre tránsito. Pero claro, si el Estado quiere cerrar una calle para quitarle el asfalto bueno y echarle cemento, ahí está esa misma gente diciendo “es que es para la modernización del país, hay que tener paciencia”.

     Me despido, pero le dejo esto: tenga criterio propio, no le crea a nadie más que a lo que usted cree que así es. No me crea a mí. Si le interesó lo que le dije investíguelo por su cuenta, pero no se quede con lo que yo le he dicho.

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