El orgullo, definido por la RAE como: "Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas". Se presenta de dos maneras, una en la que usted es arrogante y otra en la que usted es admirado. Todo depende de la lupa con que se enfoque. A muchas personas hoy en día les cuesta no ser orgullosos, conozco personas que no pueden pedir nada por favor, porque no se sentirían nobles consigo mismo.
Pedir las cosas por favor, y pedir disculpas es algo tan sencillo y elemental en la vida de cada ser humano que me resulta difícil creer la arrogancia que nos ha consumido. Si a usted alguién en la calle lo golpea accidentalmente, cuando la otra persona se dé cuenta podrá observar en su mirada una sensación pendejizada de "vos tenés la culpa" y solo le quedará quedarse esperando unas disculpas. ¿A qué se deberá?, como lo he expresado en artículos anteriores, muchos de los males de hoy en día se deben a la televisión. En la televisión solo nos gusta ver basura, nos divertimos viendo a tipos arrogantes que viven la vida como si el mundo les perteneciera. Recuerde aquella frase de Titanic: "Soy el rey del mundo", eso mismo pasa hoy, en su debido momento esa frase solo fue un impulso de un joven aventurero por impresionar a una chica, -¡bueno! en realidad eso solo estaba escrito en un guión-, pero hoy todos nos creemos el rey del mundo y nos creemos mejor que todos y nadie es digno de nosotros mismos; pues eso no es así, desde la persona con menos recursos hasta la que vive con más facilidades vale exactamente lo mismo, vale por una persona.
Pedir las cosas por favor es algo que solo se da en virtud de la necesidad, a algunas personas les cuesta hacer eso. "Es que vos ya sabes a lo que me refería", es alguna de las excusas que alguien puede utilizar para acentuar su mal manera de pedir algo. Quizá nos estemos acostumbrando a una vida rápida e individual, lo cual es falso ya que en la era de las telecomunicaciones todos necesitamos de otras personas para realizar nuestras tareas asignadas así como también para divertirnos un momento. ¿Quién diseñó el software que está utilizando?, ¿Quién le da mantenimiento al servidor que está utilizando?, ¿Quién le va a responder?. Es inevitable, nadie puede ser individualista, por lo que surge necesario recuperar las buenas costumbres de pedir las cosas por favor y de pedir disculpas por nuestros comportamientos indebidos.
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