18.2.11

Il Salvadoregno è mobile

Parafraseando el famoso aria de Rigoletto,  La donna 'e mobile puedo decír que el salvadoreño es voluble, por la razón que todos conocemos pero al mismo tiempo nadie acepta: No tenemos una marcada forma de sér. Ironicamente esta podría ser nuestra manera de sér. ¿A qué me refiero con lo anterior? usted sabe que los méxicanos son charros a los que les gusta comer chile y muy vulgares, también sabe que los alemanes son bastante innovadores en cuestiones cíentificas, o que en Japón la gente pasa bien ocupada, es en lo mencionado anteriormente en que quizá los salvadoreños nos destacamos: somos volubles.

En tiempos en que ya no nos gusta comer frijoles con queso y tortilla, pero no nos perdemos los estrenos de Hollywood, hemos llegado a niveles que quizá ni el mismo Roque Dalton pudo haberse imaginado en una continuación de su Poema de Amor. Me refiero a que hoy nos creemos todo lo que vemos, lo que antes veíamos en la pantalla del cine y pensabamos: "¡Vaya! cuanta paja", hoy lo vemos y con vos de estupido pensamos (sí, eso quise decír) "¡ahhh! yo puedo hacerlo mejor, voy a hablarle a mis cheros". Si aún tiene dudas, piense y mire cuanto accidente automovilistico a ocurrido en los ultimos días, ¿qué nos creemos todos unos Xander Cage o méjor aún Ethan Hunt?, ¿que cuando nos aburramos de derrapar en nuestro carro nos vamos a lanzár a 120 kmh y vamos a salír ilesos?. Desde 2008 nunca en los medios de prensa habia tenido tanta relevancia un tema que no fueran los asesinatos, a menos que temblara la tierra o lloviera un diluvio, ningún tema era más vendido, pero estos dias los accidentes de transito eclipsan los demas problemas del país.

Me parece una estupidez como las personas están manejando sus vidas, tal parece que es más importante ir revisándo el Facebook  en el BlackBerry mientras se conduce, que percatarse que no lleva el carro recto y que en el carríl contrario viene un camión cargado con un conductor imaginandose a las mujeres en traje de baño que le describe la canción que escucha a un volúmen alto. O que el joven que se cree el centro del mundo, salga en su carro a la pista de carreras que todos conocemos como calle, y que en su aventura los mortales peatones sean las posibles victimas de su carroza vikinga (Mazda 86 o carro del año de dudosa procedencia), que cláro, ellos serían los culpables al acercarse al imán 3 segundos antes de sér golpeados.

El día que como sociedad, empezemos a valorar la vida propía, a ver con delicadeza a nuestro projimo, ese día lector, habremos dado un gran paso en busca del desarrollo humano. 

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