29.5.17

De tabús y mafias de pacotilla

En nuestro país, uno aún con muchos temas tabús y que sin embargo en nuestra intimidad somos igual de abiertos que cualquier persona de un país desarrollado; es una practica muy habitual ofuscar delitos relacionados con sexo cuando el imputado tiene alguna gota de poder mediático. El día de hoy estaba leyendo en un periódico digital, como el ex alcalde de Apopa, mando a asesinar a un motorista de la alcaldía porque este empleado, se enteró que el hijo del alcalde se travestía. El suceso se supo el año pasado, pero los medios lo relacionaron nada más a agrupaciones ilícitas entre el alcalde y pandillas; pero no hacían énfasis en el móvil que había llevado a la captura de los imputados. Se me ocurre un caso más, el del padre Toño, que todos los medios cubrieron el proceso de cuando este acusó al ex fiscal Martinez por escuchas telefónicas, pero nadie a viva voz, se atrevió a decir qué era específicamente lo que el ex fiscal Martinez había escuchado. De manera sucinta algunos opinologos del país revelaron que lo que el padre Toño no quería que se revelara, era que él sostenía conversaciones homosexuales por teléfono con miembros de pandillas. Así es, el ex fiscal supo las preferencias sexuales del padre y esto fue suficiente razón para que le abriera un proceso y se destapara toda una olla de escuchas telefónicas. Bueno, esto último, al menos es de lo que me enteré.

¿A qué quiero llegar con esto? A dos cosas y la primera es que mientras no lleguemos como sociedad a una madurez sexual, vamos a seguir teniendo casos como estos. Muertos por un lado, presos por otro lado y todo porque no podemos aceptar que alguien más tiene gustos diferentes a los nuestros, y estos que los tienen a seguirse victimando por tenerlos como si fuera una enfermedad. Un homosexual puede serlo siempre que no subversiva públicamente los valores de la sociedad y si lo es, pues no debería sentirse avergonzado donde ya no solo será un homosexual sino también un maricón, si entiende lo que quiero decir.

El otro punto es más que todo referente al caso del ex alcalde de Apopa. Me parece muy mal que en pleno siglo XXI sigan habiendo este tipo de mafias en instituciones publicas o privadas. Llegar al poder y hacerse rodear de criminales para cuidar los privilegios que este conlleva, es lo más ruin que puede haber. Cuando se trata de una institución pública es peor aún, porque estas mafias son alimentadas con el dinero de los impuestos. Vomitivo es cuando trabajan a los servicios personales de un enclenque que está temporalmente a cargo y que los puede usar solo para cubrir que a su hijo le gusta vestirse de mujer. Pues si alguien es tan testarudo de presumir que tiene una bola de maleantes a su servicio, pues también debería de tener el coraje de aceptar que su hijo es homosexual.

¿Será que a usted también ya le escucharon
esa platica que nadie tenía que oir?

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