¿Ya les he contado que soy el mejor jugador de dominó del continente? Sí, bueno, no tengo un certificado que lo demuestre pero en efecto soy el mejor jugador no oficial de dominó en América y España. Tengo cuatro años de experiencia venciendo a todo jugador que me rete en cualquier plataforma virtual de este juego. Lamentablemente en El Salvador no existe federación de dominó, porque si así fuera podría participar en competencias oficiales internacionales, así que mi "éxito" se limita a internet, donde juego con federados de otros países.
El primer mes que empecé jugando en 2012, una noche, no pude dormir. Fue espantoso, cada vez que cerraba los ojos empezaba a jugar una partida de dominó. Se los juro, y era horrible porque yo por más que quería dormir, inmediatamente cuando cerraba los ojos me situaba frente a un tablero de dominó jugando contra alguien más. No recuerdo si jugué "ese juego" pero después de esa noche, dejé de jugar por una semana y desde entonces he permanecido constante y ¡vamos! a fuerza de ser sincero claro que me ganan de vez en cuando, pero por lo que les explicaré a continuación que es la base de mi éxito en el dominó.
El dominó es un juego de azar, no de suerte como el 99% de mis rivales creen cuando les estoy dando una paliza. La diferencia entre azar y suerte, es que el azar es una variable incognita que está en función de las posibilidades de un sistema. Si tengo 10 canicas de varios colores y me piden sacar tres rojas, eso solo lo podré hacer en la medida de que en verdad hayan al menos tres canicas rojas. En cambio la suerte... no existe. El otro componente son las probabilidades matemáticas. El éxito del dominó dependerá de cuán dominante son las probabilidades matemáticas frente al azar. Mi algoritmo estimo que es de 70% probabilidades por sobre 30% el azar. Mientras las probabilidades matemáticas crezcan, el azar tenderá a disminuir y a tener una estrategia más adecuada en el dominó.
Mi planteamiento es que en el dominó existen tres niveles de abstracción: el primero que es el que juega todo mundo sin conocimientos, en el que unicamente va viendo que ficha toca poner y lo hace. El segundo que es el que más uso que yo lo llamo "jugar para no perder": consta en la habilidad de jugar en función de los movimientos del adversario; es decir, él lleva el paso y yo unicamente voy evitando perder. Por antonomasia, si no pierdo, ganaré. El tercer nivel de abstracción que a mí me cuesta mucho y lo considero ideal para un programa informático es predecir hasta 3 turnos futuros en base a probabilidades matemáticas que devienen del uso que se le da a las fichas por parte del adversario. En este último nivel considero que el azar se reduce a menos del 10% y es altamente efectivo. Si en este último nivel se conocen los patrones que usa para jugar nuestro rival, el algoritmo de jugada puede llegar a tener hasta un 95% o más de el componente "probabilidad matemática". Por eso los que me conocen saben que presumo de que me gustan encontrar patrones en todo, es por el dominó. Jugando dominó se aprende un poco de criptografía.
Saludos.
Fichas de dominó |
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