Hace dos semanas vino al país el presidente del FMI. Dijo lo que todos los salvadoreños sabíamos. Hay que hacer un pacto fiscal que contribuya a sanear las finanzas del Estado y sacar a flote nuestro país generando más empleo. La deuda externa del país es el 60% del PIB, para que usted se haga una idea, cuando Grecia estaba en plena crisis económica, su deuda externa era un 174% del PIB; es decir, casi trés veces el porcentaje de lo que es la salvadoreña. Esto no deja de ser preocupante.
El Salvador tiene una deuda externa similar a la de USA y Brasil. |
En la imágen, se muestra como nuestra deuda externa, salvando las distancias, es similar a la de naciones como Estados Unidos, Brasil, Chad, Pakistan y Noruega. ¿Qué significado tiene esto? alguno lo tendrá definitivamente, yo no lo sé, no soy economista, pero sí salvadoreño, y sé que no estamos en un país que produzca tecnologías, minerales o con recursos naturales ilimitados. Tenemos una deuda considerable, y no tenémos con qué pagarla. Estados Unidos es la potencia económica por excelencia, Noruega tiene petroleo.
Se maneja que con una reforma fiscal el país salga adelante. El gobierno propone más endeudamiento con instituciones financieras internacionales, pero ¿a garantía de qué nos dan más plata? En ello tienen que ver factores indirectamente relacionados con la economía como el manejo de la seguridad publica y la defensa de los derechos humanos, los cuales son condicionantes para que las instituciones financieras otorguen prestamos. La solución, no pasa por un rescate económico como el griego, sino más bien por un entendimiento nacional integro.