23.6.13

No es importante...

     Hay algunos preceptos o normas sociales que las personas cumplen de cabo a rabo, sin ponerse a pensar del por qué de estos. En la sociedad cada quién tiene su rol establecido por esta misma, si alguien no cumple ese rol, se le cataloga como un sociopata que debe ser marginado de todo el contacto humano posible. Algunos preceptos son los siguientes:

  • Deber pertenecer a un partido político. Es casi obligación que cada persona, o mas bien dicho "elector" como a ellos les gusta llamarnos; nos sintamos identificados con alguna de las tendencias políticas existentes en actualidad. Como un plus aparece el vociferio publico que se debe hacer no a favor de su tendencia política, sino contra las otras. Si alguien no pertenece a ningun partido político, tiene que estar al corriente que los demás están en su derecho de marginarlo y no tomarlo en cuenta para ninguna decisión. Que alguien no pertenezca a un partido político es casi peor que pertener a un partido rival.

  • Usar redes sociales. Ultimamente leo en las noticas que existe una nueva profesión: twittero. Mucha gente es presentada como un "twittero". Yo recuerdo que antes la gente se enorgullecia decir que eran albañiles, profesores, agricultores, etc. y no dudo que lo sigan haciendo, pero hoy también hay algunos que los medios los denominan "twitteros". También recuerdo que hasta hace unos 10 años, si alguien queria mantener una amistad a distancia con alguna persona primero le preguntaba: "¿tenés teléfono al que te pueda llamar?", porque se asumía que podía o no podia tenerlo claro está. Luego esa pregunta se transformó a: "¿Cuál es tu celular?", porque de entrada se asumía que esa persona andaba todo el tiempo portando consigo misma un teléfono celular. Hoy lo que se pregunta es: "¿Cómo te hallo en Facebook?", porque se sabe que es casi penado por las leyes de la república, el no tener una cuenta activa de Facebook. La tecnología vino a entorpecer a algunas personas, pienso que quizá esas algunas personas un medico debería prohíbirles tener contacto con cualquier tipo de tecnología de interacción social. Recuerdo como una vez, quedé con unos amigos vernos en un lugar, a determinada hora; todos me dijeron luego que se acordaban perfectamente de eso, pero ninguno asistió, y todos por separado me dieron la excusa: "es que no nos confirmaste por teléfono". Ellos ya no son mis amigos. Hace 40 años, ¿hacía falta confirmar por carta una cita o la palabra de un hombre era suficiente?.

  • Olvidar los buenos modales. Yo escucho como casi toda la gente dice: "yo saludo solo si me saludan". Eso me lleva a pensar que los que dicen eso se creen importantes y no tienen ni una pizca de humildad. Si alguien nos hace un favor, hay que dar las gracias. Si alguien no nos ha hecho un favor, hay que hacerle uno nosotros. Si alguien no te saluda, hay que saludarlo nosotros primero. Es más, como misántropo les aconsejo lo siguiente: que no hay peor manera de ofender a alguien a quién no le agradamos, que saludandolo y haciendole favores. Con eso lo humillan. Pero bueno, no es sobre humillación este punto, sino más bien que no importa a quién tenga usted de frente, podría ser un empleado, jefe, hijo, hermano, padre, autoridad, etcetera. Saludelo, y si ve que necesita algo, ayudelo (no hablo de este tipo de ayuda), porque usted no sabe cuándo necesitará la ayuda de alguien más. Terminaré contandole una historia corta que leí en internet: "Un obrero de una fábrica quedó atrapado dentro de un congelador que solo se abría desde afuera. Todos los demás empleados de la fábrica ya se habían ido de la fábrica, por lo que el hombre se había resignado a morir de frío. En eso alguien abrió la puerta y se fijó que era el vigilante de la entrada de la fábrica, el cual no tenía nada que estar haciendo ahí porque no era su zona. El hombre casi muerto de frío le preguntó por qué había ido a abrir esa puerta. El vigilante le dijo: "De todos los trabajadores de esta fábrica, usetd es el único que todos los días me saluda al entrar y todos los días me saluda al salir. Hoy en la mañana escuché su saludo de buenos días, pero en la tarde ya no escuché su saludo de buenas tardes; entonces supe que algo malo le había pasado"".

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