22.1.13

La importancia de llamarse Sabrina

     En estas últimas semanas en las que me he encontrado de vacaciones, la verdad es que he estado bastante ocioso y eso me ha llevado a reflexionar sobre muchas cosas y también a revivir viejas mañas troleando en internet. 

     Lo primero es lo primero y quiero hablar sobre las reflexiones que pensé, y es sobre una en partícular la que les quiero contar: la discriminación hacia los hombres¿A qué me refiero con esto?, pues sencillamente a algo que ya he mencionado anteriormente en el blog, y es que no solo en El Salvador, ya que he podido percatarme de ellos en la televisión e internet que en la mayoría de países latinoamericanos, los hombres jóvenes somos ampliamente discriminados y no somos tomados en cuenta para incorporarnos a la vida productiva de la nación. Y es que bueno, una mujer jóven tiene muchísimas más posibilidades de conseguir un trabajo que un hombre jóven, ello debido a que el hombre mayor que por lo general es el empleador, siempre se guía por su sexualidad y de alguna manera espera ver recompensado el dar puestos de trabajo a chicas, con un poco de sexo sin compromiso. No me malentiendan, es bueno que las mujeres jóvenes trabajen, pero es exactamente igual de bueno que los hombres jóvenes lo hagamos también, pero en nuestros países si no tenés un par de tetas, difícilmente se te va a tomar en cuenta a la hora de aplicar a un puesto laboral. Definitivamente trabajos para hombres sí los hay, pero están en los extremos ya sea como montacargas humano en bodegas o como profesional con maestrías en una empresa internacional; pero los que estamos en medio de eso estamos nadando en medio de el mar tratando de tocar la orilla mientras vemos que a las mujeres jóvenes, recien y terminan su educación básica en bachillerato, las ve el encargado de contratación de una empresa, y sin que ellas se lo pidan les ofrecen trabajo, abundan esos casos. Sé que es un tema polémico y quizá usted que tenga una hija jóven y esté trabajando piense que estoy equivocado, pero en realidad no lo estoy, y lo que he dicho es la verdad que nadie quiere contar, en primero porque la consideran sin importancia y en segundo porque esos hombres que no la quieren contar, son los mismos que tienen las facultades para contratar a su linda hija, sin mayor problema. 

     Lo segundo de lo que quiero hablar, está relacionado con lo anterior, y es que quize llevar la teoría antes expuesta a la practica, de una manera bastante practica. Yo una vez mencioné en mi blog, que cuando estaba más jóven, una manera que usé para trolear era hacerme pasar por chica y así poner de cabeza a los moderadores de foros, entonces decidí hacer lo mismo hace poco, pero esta vez en una web donde uno puede jugar online con gente de toda América. Entoncés creé dos usuarios, uno era Sebaslott y otro era Sabrina, y los metí a los dos a esa página. La web en cuestión ofrece muchos juegos de azar, mi favorito es el dominó (estoy en el top 10 que existe en mi mente, de los mejores jugadores de dominó del mundo). Bueno, metí a los dos usuarios a la sala de dominó y esperé invitaciones de otros usuarios para jugar. En cuestión de una hora, Sebaslott recibió solo como 2 invitaciones para jugar, mientras que Sabrina recibió como 40 invitaciones y la mayoría de hombres buscando platicas eróticas y que no les importaba jugar dominó. Esa especie de travestismo cibernético (que chistoso suena) me permitió darme cuenta que el querido continente americano, está lleno de hombres enfermos de la mente que buscan sexo en todas partes, y me llevó a la conclusión de que según lo que dije antes respecto a que las chicas consiguen rápido un trabajo, no es por consecuencia de ellas mismas, sino que es por toda esa cantidad de hombres que andan sueltos por ahí buscando relaciones extramaritales o aventuras sexuales con jóvenes desconocidas.

     Para ir concluyendo: ser hombre jóven implica una utopía encontrar trabajo, ser mujer jóven implica tener todas las puertas abiertas para encontrar trabajo; ser hombre jóven implica que nadie te andará acosando o esperando algo extra de tí, ser mujer jóven implica que tendrás que recibir mucho acoso sexual en el trabajo; ser hombre jóven implica que no queda otro camino que preparse académicamente para salir adelante, ser mujer jóven implica que solo podrás salir adelante con favores sexuales (no siempre).

     Personalmente me da triztesa pensar que todos esos jóvenes que somos discriminados, muchos seguirémos ese camino y si nos llega a tocar esa posibilidad de contratar personal laboral, lamentablemente harémos lo mismo y elegirémos a la tetona por encima de el muchacho que se llevó el primer lugar en bachillerato. Todo será un fetido circulo vicioso.

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