Hace mucho tiempo, cuando el internet aún era considerado una novedad en la aprte sur del continento americano, era muy común leer correos electronicos en cadena, u HOAX como también se llaman. Recuerdo que siempre que alguién me enviaba uno yo siempre le contestaba de una forma grosera porque desde mi primer contacto con la internet a la edad de 12 años, nunca considere que aca estaba la verdad, y empezaría a leer cualquier clase de basura comercial. Al final de cuentas esa manera de contestar me sirvió mucho, ya que dejé de recibir correos cadena, y quizá por eso digo que eso solo era antes, a lo mejor lo siguen haciendo la mayoría de personas, pero al menos yo ya no recibo ninguno, lo que le hace bien a mi úlcera.
Entre tantos HOAX que existen, llaman la atención los que no son sujetos a investigación por parte de los lectores, lo cual es entendible ya que nos gusta vivir en un mundo de fantasía en el que queremos que SONY o Microsoft nos manden por correo su ultima tecnología anexada con un cheque por $50,000.00 gracias a que se tomó la molestía de darle clic al botón de reenviar. Hay dos correos de esos que nadie investiga que me llamaron mucho la atención, y terminé de asombrarme cuando leí en dos períodicos en los cuales los publicaron como noticias verídicas uno cada uno respectivamente. Uno lo publicó una letrada profesional de las mejores universidades del mundo, que escribe para El Diario de Hoy; y el otro lo publicó un periodista de el semanario de el cambio social, El Independiente. El primero lo leí hace ya quizá unos 4 años, el segundo hace poco más de un año.
El primer correo del que hablo es uno donde se mencionan supuestas coincidencias del ataque a las torres gemelas y al pentagono el 11 de septiembre de 2001. Entre tantas coincidencias sensacionalistas, destaca una que me da pena ver como la gente la acepta sin antes investigar. Dice que si usted coloca el número del vuelo "Q33 NY" que impacto en una torre en un documento de Word, y le cambia la fuente, usted se sorprenderá por lo que ve, y efectivamente uno se sorprende ya que aparece en el documento de Word: un avión, dos torres, una calavera y si no me equivoco un simbolo religioso. No había pasado ni un minuto desde que yo leí ese correo cuando me puse a investigar sobre el vuelo Q33 NY en google, y eso vuelo no existe carajo, y nunca ha existido. Los 4 aviones que se estrellaron ese día fueron lso AA11, AA77, UA93, y UA175. de American y United Airlines. Pero resulta que a una señora columnista de El Diario de Hoy, leyó ese correo, y como de seguro que a élla nadie le enseñó a investigar y documentarse, lo soltó así por así ese dato en su columna como toda una noticia veraz y objetiva.
El segundo correo al que hago referencia, es a uno que hasta creepypasta tiene. Dice algo así: se dice que una mujer en un centro comercial, encontró una de las llantas desinfladas en su carro, aofrtunadamente aparece un hombre el cual le ayuda a cambiarla por la de repuesto, cuando han terminado el hombre le pido de favor que lo lleve a otra zona del centro comercial en su carro, a la mujer le parece sospechoso y entra al centro comercial y sale acompañada de un vigilante, cuando llegan al carro el hombre ya se ha ido pero ha dejado una maleta en el asiento, la cual la mujer y el vigilante abren y encuentran una pistola de juguete, esposas, vaselina, rasuradora y otras cosas. Y la mujer queda en shock al ver de lo que se había salvado. ¿Le gustó? pues a un periodista del semanario que mencione antes, lo publicó eso como noticia que aca en el centro comercial Metrocentro en San Salvador, a una mujer le había pasado exactamente eso, y que recomendaba como buen samaritano a todas las mujeres que se anduvieran con cuidado en los parqueos de los centros comerciales. ¡Por favor hombre!, como pudiste pensar que eso era cierto, y el muy indignado que no podía creer que esas noticas no las pasan en la televisión, pues ¿comó las van a pasar si son solo leyendas urbanas?.
Mi intención no es juzgar a ningún periodista ni a ninguna persona que lee esos correos cadena, pero nada les cuesta investigar en san google todo lo que leen, ya que hay páginas donde desmienten esas leyendas urbanas que la gente cree que son verdad. Recuerdo otro correo cadena entre coincidencias entre la muerte de John Fitzgerald Kennedy y Abraham Lincoln, supuestamente los mismos detalles coinciden en vidas separadas ambas por muchos años de diferencia, he leido una por una e investigado y vaya que si uno se deja apantallar facilmente quedará boquiabierto, y también debo aclarar que si me pongo a desmentirlas entraría en una gran responsabilidad de mi parte, pero vamos que son pruebas tendenciosas las cuales se dan todos los dias en la vida pero que uno no les presta atención. Lo invito a que documente lo que usted haga durante un mes, y lo que otra persona haga durante el mismo mes y se dará cuenta que se comportan de una manera similar en ambitos personales y hasta lo más espiritual que le quiera ver. Deje de andar conspi-ranoico y mejor lea un libro.
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