3.1.17

2017 será un gran año

El presente artículo es breve. Quiero exponer una idea que los últimos dos años me ha carcomido el coco pero no puedo exponerla porque gozaría de mucha impopularidad a menos que se la expresase a un profesional del comportamiento humano. Ofuzcaré la mayor cantidad de información posible y si usted logra detectar de qué estoy hablando, dejeme felicitarlo y decirle que definitivamente, de usted no me refiero en estas letras.

Headache.

Para empezar, no es necesario aclararlo ya que sería lo de menos, pero para que no se quede con la duda, no me refiero a ningún tema político, sexual o religioso; sino a como yo concibo mi existencia en este mundo. No es solipsismo. El solipsismo es mi doctrina filosófica como usted ya lo sabrá, pero a lo que me refiero, no podría considerarse como un devenir del solipsismo sino como una consecuencia de mi interrelación con las demás personas; independientemente esté o no esté presente el solipsismo en esa determinada étapa de mi vida cuando hago y reafirmo mis conjeturas.

Algún día me acarraría problemas pensar esto, pero es inevitable hacerlo de esa manera. Soy conciente de mi alto grado de egocentrísmo, pocas personas en el mundo somos capacez de reconocer nuestros defectos. La mayor parte del tiempo yo actúo, no me desenvuelvo con naturalidad; pero me es fácil hacerlo. Si usted me ha visto enojado, triste, nervioso o contento; he estado actuando. No siento la necesidad de esas emociones, sin embargo puedo desarrollarlas con mucha facilidad. A todo esto, lo anterior, no es lo que quiero contarle, se lo explico porque podría parecer que es entonces miedo lo que siento, y no es así, esto en base a la naturaleza de lo que manifiesto intrínsecamente; lo hago por el instinto de supervivencia de nuestra raza humana que también está presente en mí. No me refiero a que me van a matar, no, no, no; sino a la supervivencia de vivir la vida.

Dije que el artículo sería breve, hasta acá llego; si con estas pocas líneas sabe de qué estoy hablando, let me know it. Y no, no me refiero a esa sociopatía de quinta que cualquiera que pase clavado en la televisión haya podido detectar porque yo la dejé a la vista a propósito, sino que hagame saber, lo que oculta esa sociopatía que dejé entrever.

Feliz 2017.