14.12.17

Notas sobre el devenir de la mente

Los espejismos en que seguimos habitando están a la luz del día, pero siguen estando bajo una telón que no nos permiten ver lo que son. Todos conocemos cómo funciona todo, sin embargo seguimos pecando de incrédulos por buena voluntad. Es algo más que hacerse de la vista gorda, es haber entendido de la peor manera que el mundo sigue su ritmo en el que no somos capaces ni de meter las manos.

Aceptar la existencia independiente de cada uno, es el primer paso del ser para darse cuenta de lo efímero que es todo afuera de nuestra mente. Nadie puede estar seguro de nada, no más de su propia existencia, pero hasta ahí. Cada paso que damos es una manifestación de energía caótica que de alguna manera saldrá y no siempre tendremos el control para conocer de qué somos capaces. Todo esto no deja de ser menos inquietante cuando se le relaciona con los espejismo a los que me refiero al inicio; es decir, uno puede conocer el mecanismo y sin embargo el mundo sigue girando de la misma manera carente de sentido. Entonces surge la siguiente pregunta ¿El individuo puede hacer algo? La respuesta no está a mi alcance, o al menos eso quiero creer, porque me es meridianamente claro decir: "no"; porque si no fuera así, yo ya lo hubiera cambiado mi mundo, el de mi mente; pero sigue siendo el mismo.

No sé si alguien ya haya logrado comprender la vida, yo estuve a punto de hacerlo hace poco más de un año; pero me alejé del camino y ahora estoy mucho más lejos que lo que estaba al principio. La realidad es todo lo que nos debería interesar.