4.4.17

Sus problemas, no son mis problemas

     Algo con lo que solemos lidiar todas las personas es con ser los oyentes de algunas personas de nuestra confianza para que puedan desahogar sus penas o contarnos sus planes. Lo de contarnos sus planes, yo considero que es un mal que todos tenemos, quizá, a simple vista proviene de la contagiosa cultura joliwudense en la que el villano siempre le cuenta al protagonista qué es lo que planea hacer. Esa es una posibilidad, pero si le dedicamos diez minutos a analizar esta situación, nos damos cuenta que está en nuestra naturaleza ser así: contar todo. Al menos el 99% de lo que nos ocurra, lo confesaremos, y el 1% restante lo guardaremos para nosotros mismos porque consideramos que es sobradamente humillante, nada más por eso. Usted tiene ese 1%, no lo niegue, pero acá está el detalle, el meollo del asunto por qué escribo este artículo: no me cuente su 1%, pero tampoco el 99% restante, porque a mí, no me interesa en absoluto su vida.

Preparense para SUS problemas.

     Antes, quizá incluso el año pasado, era una persona que si alguien quería contarle algo, pues lo escuchaba. Actualmente ya no soy así, si usted quiere contarme algo que no me afecta, por favor, no lo haga. Y como recomendación, usted tampoco debería andar escuchando cosas que no lo afectan. Es una fuente de estrés menos, no conocer los problemas de las demás personas. Yo puedo asumir los problemas de otras personas a las que yo quiero, no tengo problema en hacer eso; sus problemas pasan a ser mis problemas. Pero a ver, si usted me quiere contar que su tía Martita está enojada con su papá, porque el borracho de él se gastó todo el dinero de su familia y los dejó comiendo mierda, ni se moleste en contarmelo porque no le haré caso. Si su querido amor platónico lo mandó por el caño, tampoco se moleste en contarmelo porque me valdrá 100 hectareas de verga.

     Usted podrá decir "pero lo que ha dicho Samuel es lógico, así es como actuamos todos". ¡Mentira! ¡Mentira! A la mayoría de la gente le encanta enterarse de los problemas de la demás gente, que de acuerdo a su cerebro de mono lo hacen para estar entretenidos burlandose, pero no es así. Lo hacen y se estrésan innecesariamente y ahí están que no pueden dormir en la noche porque a la hija de la niña Chayito la dejaron embazada ¿Y a usted que putas le interesa que la Kimberly Yahaira, sea una promiscua? ¿Le quita algo a su vida eso? No verdad. Deje de preocuparse por los problemas de los demás y haga como yo: Ni siquiera enterese de los problemas de los demás.

     Por otra parte, como ya lo dije, y espero que usted lo tome en cuenta. Si alguna vez usted tiene un problema y considera que yo puedo ayudarlo, no dude en solicitar mi auxilio. Si puedo hacerlo lo haré, de lo contrario le diré que no inmediatamente y ni siquiera le voy a preguntar posteriormente cómo le fue, porque una vez que considero que no es mi problema, no me interesa el resultado al que usted haya llegado, porque eso sería estar pendiente de una fuente innecesaria de estrés.

     Vivan una vida tranquila. Resuelvan sus propios problemas, no resuelvan los problemas de alguien que no valga la pena, ya que nadie más resolverá los suyos.