14.3.13

El problema son los salvadoreños

     El Salvador es un lindo país, tiene un clima bastante agradable, si bien hace calor, pero no es un calor sofocante como en otros países, en la capital no sobrepasa los 30° y en las zonas más calientes no sobrepasa los 35°,  uno puede desarrollar su vida de lo más normal con este clima. Las pocas semanas que hace frío es un frío bastante tolerable, en la capital no baja de los 15° y en las zonas altas no baja de los 5°. Tenemos lindas playas y montañas donde se puede pasar de maravilla con la família y amigos y las cuales por la geografía del país están muy cerca las unas de las otras. La comida es una exquisites, la base principal es el maíz y de este producto que abunda en esta tierra, se hacen muchísimos platillos que se han heredado desde hace varíos siglos. Yo invito a todos los que lean este artículo y no sean salvadoreños, a que se den una vuelta por mi lindo país y comprueben las maravillas de las que les he escrito hasta el momento, porque claro, no todas son maravillas, mi país como cualquier otro también tiene sus problemas, y el principal problema de El Salvador, somos los salvadoreños.

     Somos unas personas bien pequeñitas y gorditas que siempre estamos viendo como nos aprovechamos de los demás, y que siempre estamos quejandonos de todo. Si usted piensa venir a nuestro país, permitame advertirle que ya sea que entre a comprar algo a un comercio pequeño o uno grande, los empleados uno a uno, desde el de la entrada hasta el del fondo, intentarán hacerlo gastar más dinero del que usted planeaba utilizar. Le dirán artimañas baratas como: "esto es lo que usted siempre ha estado esperando", "usted es uno de nuestros clientes preferenciales", etcetera. Practicamente le querrán dar a entender que el negocio para el que trabajan está dispuesto a perder dinero solo para que usted compre lo que ellos le están ofreciendo.

     Si usted después de lo anterior no quisiera entrar a ningún centro comercial, no se preocupe, que cualquier salvadoreño que se encuentre en la calle, de alguna u otra manera buscará inmiscuirlo en una conversación en la cual él le contará como el harina, los huevos, los frijóles y la gaseosa están bien caros; pero no le contará sobre su Samsung Galaxy de 700 dolares, o su factura de televisión por satélite e internet por 100 dolares, mucho menos le contará sobre la colegiatura de su hijo de 200 dolares, o sobre sus parranditas de fin de semana de 400 dolares. Pero le estará enfatizando que es un robo pagar 25 centavos por un huevo de gallina, o que se siente indignado por pagar 50 centavos por una libra de azucar, o como una taza de café le cuesta 25 centavos. ¡Hay no!, ¡pero como se aprovechan de nosotros los inocentes e inteligentes salvadoreños de buen corazón!.

     Es más, usted como turista extranjero debería de prestarnos dinero a los salvadoreños. Sí, eso es, prestenos o mandenos dinero todos los meses para poder seguir pagando nuestras cuentas tan básicas como lo son el celular y el cable. Además, hay pobres salvadoreñitas que están esperando su fiesta rosa y que su papá se parta la espalda para conseguirle 1000 dolares para que invite a una linda fiesta a sus amigos del "cole", no es suficiente, ya que las demás amigas de ella tuvieron su fiesta en la cual sus papis de apellidos hebreos e ininteligibles gastaron al menos 10000 dolares para la fiesta de cada una.

     Yo he escuchado que los salvadoreños nos caracterizamos por trabajadores, pero eso me parece relativamente igual a que nuestro himno nacional, es el tercero mejor del mundo. Pero de todas formas, nosotros mismos somos buenos para ensalzarnos en lo positivo o en lo negativo. En las redes sociales se leen cosas como: "¡yeah! ya llegamos los salvadoreños a la disco, acaba de empezar la verdadera fiesta", "¡yeah!, no hay nadie como nosotros los salvadoreños a la hora de joder", "¡yeah!, somos los mejores en {inserte cualquier cosa denigrante}". Yo lo único que comprendo cada vez que alguién escribe o dice algo así es: "mirennos, somos especiales, heeeeee". Ninguna persona en el mundo, es especial todos somos iguales, no existen personas que valen más que otras. Los salvadoreños nos creemos especiales y estamos convencidos de que valemos más que los demás y eso justifica nuestro aberrante comportamiendo. 

     Los salvadoreños somos un cancer para El Salvador, nos lo estamos comiendo vivo; este país necesita quimioterapia urgentemente. Nuestra densidad poblacional es de más de 340 personas por kilómetro cuadrado, pero algo malo es que en vez de aprovechar toda esa fuerza humana para sacar adelante a El Salvador, esa fuerza humana busca como aprovecharse de El Salvador. Si no respetamos a nuestro país, mucho menos nos respetamos como población, mucho menos a nosotros mismos.

     Pase un lindo fín de semana. Y recuerde, en esta Semana Santa visite El Salvador.