21.2.13

Como habla un salvadoreño

     Si piensa que esta será una oda más al caliche salvadoreño, está totalmente equivocado. La intención de este artículo es demostrar la forma tan horripilante en la que hablamos los salvadoreños. No encontrará lo que usted viene buscando, entiendase: "el salvadoreño no come, sino que se harta; el salvadoreño no besa, sino que amasa..." Usted lo que encontrará será una crítica fundamentada en experiencia propia de toda la vida, sobre como nos damos a entender y como se nos tiene que hablar para que nosotros entendamos.

     A la hora de hablar no somos exigentes, pero si muy redundantes; esto quiere decir que de las formas más simples estamos repitiendo muchas vecez la misma cosa dicha de diferentes maneras, alegando que se hace con el fin de enfatizar, porque si hay algo que tenemos es que así como se nos enseña desde niños en la escuela, que los datos importantes hay que subrayarlos o escribirlos con otro color, cuando hablamos intentamos hacer eso también.

     A la hora de escuchar nos gusta que nos expliquen las cosas muchas veces y que se reduzcan a su mínima expresión para que las podamos entender, porque si nuestro interlocutor no lo hace no entenderémos qué nos quizo decir. Un ejemplo de ello es lo que hace el presentador de un programa deportivo en una televisora local, que siempre cuando le van a explicar algo recalca como 3 veces que lo haga "como si tuviera 7 años" para que le pueda entender bien.

     He aca un ejemplo de lo anteriormente expuesto. De una forma como al salvadoreño le gustaría una explicación: "Mirá, lo que tenés que hacer es que cuando vayás a esa entrevista en la embajada, vos tenés que decirle que no vas a ir a trabajar, que tu tía la que te mandó la invitación es la que te va a costear los gastos también. No le vayás a decir que a tu hermano lo deportaron hace 3 años, ¿me entendés?. Vaya pues te lo voy a decir de nuevo, vos solo deciles que no vas a ir a trabajar y que tu tía que tiene residencia y te mandó la invitación te va a pagar todo lo que necesites hayá, ¿oíste Yahaira Yesenia?". Dicho lo anterior de una manera sucinta solo viene siendo necesario decirlo así: "Mirá, vos recordá que querés una visa de turista, y si te pregunta algo más hay se lo respondes". Pero no, nos sentimos en la necesidad de pensar que nuestro interlocutor tiene nuestro mismo retardo mental y empezamos a darle explicaciones que nadie nos pidió y de una manera como si estuvieramos tratando con un niño.

     Yo soy defensor de las explicaciones claras y cortas, muchas vecez por eso parezco que soy grosero, pero ni modo, así es como hay que decir las cosas: claras, específicas y breves. Claras, porque es necesario tener la información necesaria a primera mano y de una sola vez, no a "cuenta gotas". Específica, porque cualquier dato que no tenga que ver, puede contaminar lo que ya se dijo y entorpecer las cosas. Breves, porque no siempre el interlocutor tendrá una buena memoria y mientras más corto sea el enunciado de lo que le decimos, será mejor para él y entenderá todo a la perfección. También es importante el tono en que se dicen las cosas, porque no es lo mismo decirlo a un tono de voz normal capaz de que le entiendan todos los puntos en las íes, u otro tono en el que solo usted logre escucharse porque así por muy claro, específico y breve que sea nadie le entenderá qué quiso decir.

     Un ejemplo de lo último puede ser cuando usted ha prestado algo, y quiere que le devulevan ese algo pero no se atreve a pedirselo a esa persona a la que usted se lo dió. El salvadoreño promedio saldría con algo como: "mirá crees que me lo podes prestar (notese que le dice "prestar" cuando le pide que le regrese su propiedad) eso que te presté, esque no es mio y me lo están pidiendo, hay te lo traigo otro rato". De esa manera usted marcó la pauta para cosas innecesarias, como que ese objeto tiene otro dueño y adquirió el compromiso de darselo en otro momento, aunque usted no quiera hacerlo. La forma correcta habría sido que con un tono de voz fuerte y claro decirle: "devolvémelo por favor". Así usted no dejó espacio para ambigüedad alguna, el mensaje fue claro, específico, breve y fue realizado con un tono de voz normal o fuerte pero correcto.

     Pero bueno, la RAE define una palabra llamada "cantinflear", como: " Hablar sin comunicar mensaje alguno ni cubrir el punto. También puede consistir en el expresarse con frases, o palabras incoherentes, incompletas o fuera de orden". Lo que entiendo que viene siendo lo que las personas de El Salvador hacen cada vez que hablan, porque en una sola frase no te dicen nada y te tratan como si fueras tarado por la manera en que enfatizan todo. Pero bueno, creo que hasta yo estoy enfatizando en este artículo, después de todo yo soy salvadoreño y aunque critique esta forma de expresarse, probablemente yo también la uso porque al final de todo el subconsciente podría ser el mismo en un mismo territorio. A lo mejor siete millones de cerebros sean un solo cerebro, unos con más y otros con menos, pero todos con el mismo cerebro. Nadie es especial, nadie es diferente.